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Preciso untarme de honestidad entera
completa de intensidad divina
mojarme la cara y el cuerpo de adentro hacia afuera
llorar lo que nunca lloro
reír la risa que escondo cual tesoro
preciso desnudarme y retomar los caminos
hacer ramillete de destinos
encontrarme furiosa y estridente en el lecho
mirar al fondo de las ternuras
que residen en todos los ojos
osar preguntarme si estoy existiendo
o tan sólo haciendo como que existo
vacilante y temerosa en la oscuridad del olvido
hermosa y radiante en el silencio solitario
preciso sacudir este mantel raído
y tenderlo una vez más
para compartirme en sueños
delatarme
honrar los misterios subterráneos
sonrojarme
abrazar la duda que todo lo invade
amar a todos y cada uno
de estos pasos que doy
sobre la tierra y el agua
sobre el fuego y el aire
del reino de lo liviano y profundo
de lo terrible y lo amable.