24.9.17

Alfonso

El Alfonso vive en un balcón que ya es de otro
y vive en la quebrada de un cerro
con su mamá y su hermano.
Vive en una foto que cuelgo en cada ojo felino
vive en la flora salvaje de dedales y manzanillones
de una quebrada del cerro Monjas
y vive en ese pasaje gris
que tuve que andar sin querer andarlo
y en cada bolita de papel que rueda por el mundo
y en cada mañana a las ocho en punto
vive en el suspiro del penúltimo día de octubre
y por sobre todo vive en mi pecho
y en la palma de mis manos
donde frota su cabeza suave y al fin descansa.

La paranoiqueada

quisiera decirte que todos tus posts son lindos
tan lindos que quisiera darte un abrazo y decirte
"tan lindos tus posts. Los leo cuando me curo sola en la casa y no pasa nada"
Nada pasa.
Se te sale la ternura por lo poros
y a mi las lágrimas se me aconchan por pura adolescencia
y sé que en este momento alguien se burla de ti y de mí
pero siempre ha sido así.
Quisiera decirte que no estás sola en tus inseguridades
que a mi manera yo te entiendo
...quisiera abrazarte y decirte cuánto te entiendo.
Pero no somos amigas, ni conocidas
ni nada.
NO sirven las mentiras ni las exageraciones para estas situaciones
sólo la verdad así larga y ancha o estrecha y corta...  esa verdad es la que vale. Sabías tú que la gente que golpea mi puerta no entiende nada? Yo no los he invitado a venir, ellos llegan solos.
Y la locura es parte de este caos, sino cómo... y la cerveza se acorta y la noche se alarga y mis preguntas y mis observaciones se pierden en cada sorbo. Sobre mi frente la arruga se acomoda y la trompa se pronuncia dictatorial. Estamos hablando cosas serias. Nada más.
Nada más,
Hoy sufrí una decepción. Me sentí condecorada por la tripulación entera de la nave Rechazo. Vinieron en viaje express con su comitiva parca y directa, sin escalas a posarse por  segundos en este planeta llamado Yo.
No he de madurar, pero sí de hablar bonito. O al menos intentarlo y en la ceguera de creerlo quedarme por siempre.
Así le haces tú? Cada día un brillante comentario, una frase que abarca lo más básico de tu mundo cotidiano y al mismo tiempo te parte en dos como un duraznito perfecto. Y en ese cuesquito duro como palo guardas lo peor de ti. Y al resto ofrendas tu perfume. Porque en este mundo que vivimos, el más triste del mundo, no hay cabida para sufrir de verdad, para paranoiquear de verdad, para hacer el ridículo de verdad, así como yo ahora. Porque todo lo adornas con frases perfectas, frescas como la mañana y tú, perdida en el ser y en el actuar, te jactas de ser la mañana misma.
Cómo quisiera que me abrazaras y que me dijeras que me entiendes, cuánto me entiendes. Que mis posts son lindos y que cuando estás sola en tu casa y te emborrachas piensas en las cosas que escribo y ya no te sientes tan sola. Pero eso no pasa. Nunca pasa.
No pasa nada.

14.9.17

Cantándole a la tormenta

nos cansamos todas juntas acá dentro
nos cansamos las unas a las otras
mazazo en la cabeza,
un convento pobre
no hay cristo
no hay cristo siquiera para casarse
viudas prefritas
lanzadas a la hoguera,
qué más quisiera yo decirte
que en veces padezco de una risa ligera
un cosquilleo alborotador
que a las otras anestesia
y a mí me deja recia
de pie en la celda
sobre los rieles imaginarios
cantándole a la tormenta
esa canción de cuna
que nunca me escribiste