25.4.10

Los vecinos misteriosos

Llegaron hace un poco más de una semana. Entraron mesas feas, sillas -todas distintas- , una cocina creo, un par de sillones feos y una cómoda. No vi camas, ni armarios, ni lavadoras, ni jugueras, ni tostadores eléctricos, ni secadores de pelo, ni computadores, ni impresoras, ni LCD's, ni DVD's, ni cajas con ropa, ni cajas con libros, ni refrigeradores, ni microondas, ni comedores. Cómo será posible. Pusieron una cortina blanca y un colgante de bambú en la ventana, y lo pusieron mal, no queda colgando, no suena con el viento. Está todo mal con estos vecinos. En la noche no encienden la luz y en el día no meten bulla.
Me tienen metido, hago turnos durante el día y la noche junto a la ventana. Pero resulta que me llamó mi tío esta tarde, una urgencia familiar, no pude negarme. Tendré que dejar botado el turno de la mañana. Pensé dejar una cámara encendida, grabando. Pero es sólo una idea. Veré cómo se van dando los sucesos.

24.4.10

Estaba rica la sopa

No, gracias. Quedé bien.

Salí del comedor y llegué a la calle, paseé por entre medio de las personas, miré los diarios. Un perro me siguió media cuadra y luego me abandonó por un basurero repleto de restos deliciosos, para él. Llegué a la estación y estaba repleta. NO me gusta rozarme con desconocidos, la mayoría son feos. Salí de la estación y caminé, caminé, caminé. El mar estaba azul como siempre, con el cielo echado encima, azul como siempre. Las micros me tocaban la bocina, seduciéndome. pero no les hice caso. Seguí caminando y me decía, -esto es para mí, para nadie más-. El sol ya se había ido hace rato.

21.4.10

Sensación de los días miércoles

No les enseñaron acaso que no servía para eso?, que le faltaba una pieza, que estaba roto?
No les enseñaron en sus casas que con eso no se jugaba, niñitos estúpidos?
Quién les dijo que sí?
Acaso fue porque no sonreía?
Pues no les dijeron que no lo hacía de pura verguenza, no porque fuera frío?
No les dije que tenía un falla, que venía roto?

Ahora ya no sirve para nada. Se va a quedar ahí, tirado en el patio, triste y solo, hasta el día en que alguien se atreva a repararlo.

Clase para odiar a un muerto.

Todos los días son 10 de junio. Es todo lo que me queda ya. Dije que estaba bien, pues no. Dije que lo entendía, pues claro que no.
Todos los días tengo que saludar tu cadáver, una y otra vez. Tú y tu sonrisa estúpida de muerto. Y yo acá comiéndome las flores de tu tumba. Ya no pude ser feliz, y tú dale con que tenga fe.
Lo único que me dejaste fue esta insoportable sensación de abandono y la maldición de vivir más años que tú. No es justo. Al menos podrías haberme cuidado mejor. Pero no, me mandas otro como tú.
Nunca me dijiste qué libros leer, nunca me dijiste qué música escuchar. Sólo me contaste un chiste fome, ésa fue tu educación. Pues si tanto te creías el superhéroe, si tanto te gustaba ayudar a los demás, te ordeno que me saques de este hoyo y me mandes lejos, muy lejos de aquí.