21.4.10

Clase para odiar a un muerto.

Todos los días son 10 de junio. Es todo lo que me queda ya. Dije que estaba bien, pues no. Dije que lo entendía, pues claro que no.
Todos los días tengo que saludar tu cadáver, una y otra vez. Tú y tu sonrisa estúpida de muerto. Y yo acá comiéndome las flores de tu tumba. Ya no pude ser feliz, y tú dale con que tenga fe.
Lo único que me dejaste fue esta insoportable sensación de abandono y la maldición de vivir más años que tú. No es justo. Al menos podrías haberme cuidado mejor. Pero no, me mandas otro como tú.
Nunca me dijiste qué libros leer, nunca me dijiste qué música escuchar. Sólo me contaste un chiste fome, ésa fue tu educación. Pues si tanto te creías el superhéroe, si tanto te gustaba ayudar a los demás, te ordeno que me saques de este hoyo y me mandes lejos, muy lejos de aquí.

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