21.1.07

Hoy anduve en tren



Hoy anduve en tren. - Estoy demasiado encerrado - , me dije. -Esto no puede seguir así por mucho más -.

Nunca he tenido maletas, nunca he tenido un bolso de viaje, ni ropa para la ocasión, ni la disposición mental de los que viajan, asi que para mí era todo tan complicado en ese momento. No sabía por dónde comenzar. Pero tenía que partir por algún lado. Como nunca había tenido maletas, busqué un par de mi agrado. Eran pequeñas y sencillas. Y si alguien dijera que las estaba robando, en primer lugar contestaría que sólo se roba lo que tiene dueño y en segundo, era imposible que alguien me preguntara nada, porque a los que viajan nunca se les pregunta ese tipo de cosas. Pero necesitaba porqués y peros, y tener un destino y una procedencia. Aunque a nadie le importara demasiado.


Yo nunca había viajado en tren, menos en este tren. Así que me sentí especial. Mi viaje sería largo, pero no tanto. Mi asiento era doble, pero no había acompañante, no había ni un solo acompañante. En todo el tren no había nadie más que yo. Uno se siente especial en esas circunstancias, no piensa que el planeta está abandonado, y que es imposible que alguien más lo aborde, sino que se es especial y que por alguna razón uno va viajando hacia algún rincón donde nadie más ha estado antes. Y donde nadie más, tal vez, nunca más estará. Y ese lugar era el Olvido. Aunque no decía nada en mi boleto, lentamente me fui dando cuenta hacia dónde me dirigía. Y pasaron años, o tal vez fueron segundos, uno nunca sabe medir el tiempo cuando se está viajando. Y de lo que hice cuando llegué nunca diré una palabra, porque no vale la pena. No tiene importancia alguna. Problamente quiera viajar de nuevo, no sé si al mismo lugar, pero definitivamente será en el mismo tren. me gustaría si, que el clima fuera distinto, para apreciar los cambios por mi ventana.


19.1.07

The fool and the gil... in Puliplax

De verdad esto no tenía nada que ver con los Otoñantes, pero desgraciadamente tras su paso por este perturbador planetoide, no me queda nada más que contar qué fue de ellos... luego de descubrir su identidad secreta. Los Otoñantes arribaron para variar desubicados en estación y época... era más o menos primavera, aunque todavía con fríos invernales. Y andaban cada uno por su lado... yo los vi dando vueltas y vueltas por todas partes y a veces se topaban pero no se reconocían... nadie en realidad se imaginó que eran un par de Otoñantes, porque en sus identificaciones decía primaverante y veraneante respectivamente... los queridos se fueron a pasear entre las rocas de una descomunal playa donde todo era descomunal... las olas descomunales, las rocas descomunales, el viento descomunal, la arena era lo más descomunal de todo... y un tremendo y absoluto horizonte descomunal... eso no lo vi, pero me lo contaron.
Por esas fechas la gente ya se estaba alistando para marcharse lejos de este lugar, las casas se estaban cerrando, un largo y tedioso (y organizado) proceso de abandono sin marcha atrás. Yo ya había sido designado para quedarme, junto con otros puliplaxios más para cerciorarnos que el planeta quedara absolutamente abandonado. Era el tercer o segundo día del éxodo, eso no lo recuerdo bien, porque me había pegado muy fuerte en la cabeza y había ido a parar al hospital, donde estaban desenfermando a los enfermos y curando a los incurables para poder llevárselos en la nave espacial al nuevo (o nuevos) planetas por colonizar... allá los enfermarían nuevamente, porque para los puliplaxios... o ex - puliplaxios, todo debe tener su orden y organización y todas las cosas y situaciones de la vida forman parte de algún tipo de proceso, son cuantificables y por ningún motivo se debe involucrar al azar...
En fin, cuando salí del hospital con el mismo dolor, pero con un timbre en la cabeza que decía "estable", fui testigo del encuentro más exacto que jamás pude haberme imaginado. Unas calles más abajo del recinto (in) hospitalario, cerca de la playa, distinguí a dos figuras contoneándose destartaladamente, como si estuvieran bailando... pero no uno con el otro, sino independientemente... y las olas eran atroces, pero a ellos no les importó un rábano, porque estaban demasiado felices en sus propios bailes. Yo seguí caminando, aunque el dolor era fuerte y mi mareo iba en aumento, ya que no podía quitar la vista de aquellos dos. Cuando llegué a la playa, bajé por unas escaleras que me parecieron eternas y con mucho sigilo, pues no quería ser descubierto ni arruinar ese momento único... las figuras estaban cada una en un extremo y parecían de agua, de agua roja oscura. Si tan sólo no hubiera recibido ese golpe en la cabeza... podría haber visto sus caras ...
Poco a poco, las figuras comenzaron a acercarse, eran tan descoordinados sus movimientos, pero aún así tan encantadores, con sus bailes y coreografías tan poco usuales para esos casos, que de pronto, me vino a la cabeza la antigua leyenda de the fool an the gil.... Y sonreí, porque en cuanto me acordé, supe que eran ellos, y que sería muy estúpido si no me quedaba para presenciar aquel encuentro. Y así vi todo. The fool era tan delicado en sus movimientos, que me pareció en instantes que era una mujer, the gil era un poco incauto y se tropezaba, mezclándose con la arena, parecía una alfombra de contorsiones vertiginosas, y su risa silenciosa y su eco profundo al respirar me hicieron suponer que sería un hombre, the fool era rojo intenso y a ratos, tan pálido como la luna, the gil no palideció jamás y sus rojos se volvieron tan furiosos que hasta sentí un poco de pudor. Las aguas subieron de nivel y lentamente fueron llegando hasta donde se encontraban los bailarines, el azul espumoso comenzó a desteñir a las figuras, succionándoles la sabia de a sorbitos. Yo apenas, con mi cabeza vendada y mis ojos nublados, traté de enfocar de la mejor manera posible, y vi como las figuras en una de sus cabriolas, se quedaron frente a frente, justo cuando la ola los cubría, y fue como una agua tibia corriendo por el pecho, como un alivio de nada, de todo. La ola se recogió y ya no había nada más que Otoño. Tal vez estuve mucho tiempo inconsciente, pero yo creo que el tiempo se sobrecogió y tuvo que correr de prisa de la pura excitación. Cuando desperté del desmayo, un ser pequeñito y gris me miraba. Era como un pájaro gordo y quieto, con dos ojitos como iloquitas de cristal. Su cara de extravío no pudo ser más elocuente, lo comprendí desde mi alma. Le pregunté si había visto el espectáculo, pero no me respondió, entonces me acordé... no hablaba puliplaxio, porque nuestro idioma colonizador no era el originario... este pequeño era un aborigen, tal vez el último que sería visto por un puliplaxio. Me sentí doblemente premiado. Yo no me iba del planeta, me iba a quedar ahí hasta quizás cuándo... y ya no me sentía desdichado.

The fool on the Gil... para Pú.

Día tras día, solito en la loma, el guacho con la mueca tonta, se queda más quieto que una foto, pero nadie quiere conocerlo, porque ellos cachan que él es tan solo un loco tonto. Y el nunca da una respuesta, pero el tontito en la loma observa el sol yéndose pa'abajo, y los ojos en su cabeza, ven el mundo dando vueltas...


Bien en su onda, la cabeza en las nubes, el guacho de las mil voces habla terriblemente alto. Pero nadie nunca lo escucha, o el sonido que aparenta hacer, y él nunca parece notarlo, pero el tontito en la loma ve el sol yéndose pa'abajo, y los ojos en su cabeza, ven al mundo dando vueltas... y a nadie parece gustarle, ellos pueden notar lo que él quiere hacer, y él nunca mustra sus sentimientos...

pero el guacho en la loma ve al sol yéndose pa'abajo y los ojos en su cabeza, ven al mundo dando vueltas...

vueltas y vueltas y vueltas

Él nunca escucha a los demás, sabe que ellos son los tontos. Ellos no lo aprecian... el tontito en la loma mira al sol yéndose pa'abajo, y los ojos en su cabeza ven al mundo dando vueltas...

7.1.07

I Abajo

Ya, ya.

Y todavía no pasa nada. La lección dorada, el cielo abierto, el contrapicado perfecto. Todavía estoy al medio. Media aplastada, media atontada.
Y el cerro, se ríe, pero ya no lo veo.

Y sola, en mi soledad profunda de recuerdo olvidado.
Y con ansias, de qué... de nada. Por eso son ansias... ansias mala onda.
Es que estos son los pasajes de mi vida, los atajos perdidos hacia la infancia. Los recuerdos del pasado son las imaginerías mías, inventando un futuro desconocido. Osea el presente, este presente, que no tiene nada que ver con lo que me inventé.
Lucas y Vicente y Tomás y Trinidad, que antes se llamaba Isabela, se han ido lejos y no vienen a visitarme jamás. Pero no importa porque sólo extraño a Lucas. Y eso que ni lo conozco. Pero un día lo voy a invitar, y si quiere venir, vendrá. Y tal vez ya no se llame Lucas tampoco.
La playa al atardecer con la guirnalda blanca y el templo de piedras... se lo llevó un tsunami imaginario y nadie más me lo ha vuelto a construir, creo que en parte, yo misma lo destruí.
La sonrisa aaaaaaaaaaaancha, la sonrisa ancha sigue perdida, robada, extraviada, secuestrada, hurtada, violada, ultrajada, maltratada. Ya no me acuerdo cómo era, pero siempre trato de inventarla, nunca con buenos resultados.
Las hojas acumulándose, las mañanas en el balcón, el sufrido encuentro con el ser amado... el tiempo bordado en las pupilas.
Pero todavía no pasa nada. Y parece que no era así, pero no me di cuenta antes porque todavía creía. Hasta lo del cerro.
Y dolió harto. A lo mejor tengo lesiones internas.

y si no fuera cierto...

A veces uno se encuentra, se ve y se abraza como si nunca se hubiera visto antes en la vida.
Como si el espejo lleno de vapor en el baño, después de cada ducha, cada mañana, cada día, fuera una metáfora silenciosa; uno le pasa la palma de la mano para lograr verse, pero es apenas un vistazo... pero algunas contadas veces, uno se ve, se mira y se abraza... pero después se olvida uno de uno mismo.
Las vitrinas caminan en estas calles delante de mí, así como los árboles; la vereda pasa por debajo de mis pies como una interminable cinta gris, tan solo el cielo me acompaña, quieto. Y miro mi cara, mi cuerpo entero reflejado en fugaces superficies brillantes, pero nosé quién es aquella persona que mira al vacío, pues ciertamente, no me está mirando a mí, no me corresponde en ternura, no me devuelve el cariño. Y me pregunto, para qué uno se busca en superficies inertes, cuando uno ni siquiera está en minúsula presencia ahí. Y es cierto, porque lo he sentido. Me he visto unidimensinal en esas paredes transparentes, y tan extraña y lejana me he parecido. Tan lejana a como me imagino. No son esos mis ojos, ni mis piernas, ni mis manos. No es esa mi expresión cotidiana, no es así como me siento. Y si alguna vez hubo alguien más, ese alguien más me dijo que así era yo todos los días. Imposible... pude haber contestado yo. Imposible, insisto ahora.
Porque ya me he encontrado antes. Y no luzco así para nada. Me ví. Más bien me reconocí. Me distinguí entre todos, me ví y supe que era yo de manera instantánea.
Ahora me pregunto si alguna vez me volveré a encontrar, porque me preocupa, si no he de encontrarme, será posible que pueda existir?.


3.1.07

Me desconocí...

Oye y que les vaya bonito. Pero manden la nave de vuelta rápido eso sí... por favor... no se les vaya a olvidar...

:::::::::::::::::::::::

Pero se les olvidó, creo. Y no me importó. Qué será. Me vino hoy un aire de extrema tranquilidad que casi me quise enterrar de la impresión. Y claro. Acá no es nada año nuevo... así q esas patrañas místicas quedan fuera de la discusión.
Qué será.... José Feliciano??? (Debo decir que de niña sentía una atracción por este cantante... es bien extraño de describir, pero como que me gustaba. No si no lo digo por llamar la atención, pero es que ya no me pasa, entonces da lo mismo. Aunque la cantidad de explicaciones que tendré que dar.... ahhhh ja - ja - ja. Como si la multitudinariez perdiera su tiempo en estas cosas), que será q es conmigo??? no me iré a morir, no me iré a ir... no me iré a ir a irme a otro lado... con gladiolos y todo?. Que miedo, que miedo. O será... o será q me tendré q qedar acá para siempre y es tan evidente q no lo veo y no lo leo?? O será q ya lo siento y veo y leo que todo este mundo letrado y acartonado ya no basta y tan sólo me qeda ... sonreir?... qué será... qué será... que será???