Era muy callada porque tenía todos los ruidos por dentro
era tan blanquita porque todos los colores brillaban por dentro
era tan torpe porque el sentido estaba por dentro
en las rayitas de cada papel dejaba la huella
como la baba de los caracoles por el cemento de la terraza
en los sueños despiertos enterraba los tesoros
que recién ahora he descubierto
las texturas que quedaron en las palmas
de esas manos tan pequeñas
se desprenden ahora como costras
los sabores guardados por tantos años
rebrotan en la boca
y me pierdo en esos pasillos otra vez
como cuando estaba loca
y las voces y los rostros no coincidían
y los lugares y los recuerdos no coincidían
y los afectos y las necesidades no coincidían
pero ahora que hemos abolido la coincidencia
nada ya nos hace falta
para desenterrar tesoros
saborear el tiempo
cantar ruidos de colores
dibujar al fin nuestro propio dialecto.
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