Tontorrona

Siempre me doy cuenta al final
como la gran ilusa que soy
que esto era todo
lo otro y lo aquello
lo eso y lo tal
lo cual y lo de más allá
nunca,
nunca me vendrían a saludar.
Me los quedé mirando a todos
subirse a la micro
tomaditos de las manos
escoger los asientos
y marcharse por caminos
que se desarman al andar.
Es difícil aprender
a no esperar nada
a saberse capa
a saberse viva
a saberse acá.
Hay mucha información
anidando en mi cabeza
muchos pajaritos cantando
como si fuera competencia
y yo sólo quiero oir
la sencilla melodía
que traemos todos por defecto
al fondo del pecho
un riachuelo
un murmullo
un suspiro
el eco del propio palpitar.