Y pasó como sueño dorado
su rostro apenas distinguible
en el angélico contraluz
Y yo cabeza ladeada
recortando caritas de la calle
para mi collage sentimental
Y nadie nos vió
más que nosotros mismos
nadie enmarcó
ni bañó de oro
nuestras miradas huachas.
Y aún así no nos alcanzó la magia.
su rostro apenas distinguible
en el angélico contraluz
Y yo cabeza ladeada
recortando caritas de la calle
para mi collage sentimental
Y nadie nos vió
más que nosotros mismos
nadie enmarcó
ni bañó de oro
nuestras miradas huachas.
Y aún así no nos alcanzó la magia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario