30.11.15

5 a 12

El otro día me vi en ese paisaje bonito. Era el amor de mi vida, era yo. Era un espejo de agua parlante con rayos color violeta. Era un día de sol, era yo.
El otro día me pillé en la calle, en esa calle familiar donde todos habitan felices. Era un retrato perfecto, un beso en la frente, era yo.
Me vi juntando petalitos en el pelo, caminando sin fijarme, enredando mi vestido en la reja, me vi sentada en la cuneta buscando tesoros invisibles. Era lunes, era domingo, era verano, era otoño, era de día, era mañana, éramos nosotros sacando la vuelta, todas las vueltas que se atascaron en los rayos de nuestras bicicletas. Cerro abajo habían amapolas californianas en las orillas del sendero, habían manzanillones, yuyos, teatinos y esas flores de los trebolitos que nos comíamos los tallos. Ahí estabas tú, ahí andaba yo. Eramos las huellas de otros tonteando cerro abajo. Era el amor de nuestras vidas, nuestras infancias abnegadas, apasionadas en el no tiempo, en el no espacio del juego eterno y fugaz a la vez. Eran los chanchitos de tierra y las chinitas coloradas, el fin de un sueño, ahogándose en un tazón de leche chocolatada con el conejo de la suerte chapoteando en ella. Era el murmullo de la vejez acercándose allá lejos, lejos, lejos.
Me vi en ese paisaje bonito. El amor de mi vida iluminándome por completo.

29.11.15

Atrapada en un pensamiento

Voy por los lugares sintiendo y pensando a cada rato, todos los olores y todos los colores ya no son, ya no son como los de antes. Las que vienen y van me hablan y yo pienso, será ella?
Tengo una colección de posibles candidatas, todas las que se me cruzan, yo digo... será ella? Las que van en la micro, esa bonita que se arregla el pelo, que no se pinta y que tiene esos rasgos extraños que te gustan a ti. Van pasando los días y los peatones, habrás andado ya por esa calle con ella? Yo  a veces me asomo y me da miedo encontrarme con esa sensación de mierda. Dios mío. Y me escapo una que otra noche si es que acaso tengo plata. Será la que me miró raro en el súpermercado? Es difícil cancelar este pensamiento. Yo creo que puede ser esa que me atendió en el bar, que me abrió la chela con terrible wena onda, yo me digo... ella es simpática, podría ser ella. Y le suena el celular y no lo contesta y yo pienso, serás tú que la llama cariñoso? Y salgo del bar y doblo la esquina, salgo corriendo de mi vida y me meto a la tuya otra vez y ahí no te pillo tampoco porque ahora estás en la de ella y yo ya no soy bienvenida. Dios mío.

27.11.15

Monstruo I

A veces me da miedo estar en un lugar y mirar por la ventana y entonces verte pasar con la otra mina y no sentirme feliz por ti, dándome cuenta del horrible ser humano que soy. 

26.11.15

Anoche

Anoche inventé un poema que era beeeello, bello, bello, bello. Del verbo bello, oye. Pero ya no lo recuerdo. Era tan perfecto que seguramente si lo hubiese escrito, lo habría arruinado. Se me quedó debajo de la almohada junto con la piedra luna que me regaló la amiga de mi mamá. Y junto con la manta del Alfonso, junto con el control remoto, junto con el lado vacío de la cama que tiene los resortes salidos, junto con otros sueños que también soñé. Pero sí me acuerdo que era perfecto. Porque lo recité de un tirón y sonreí satisfecha cuando terminé. Y me quedé dormida y soñé.
Soñé con el fantasma de ese poema.

24.11.15

Lunes

No era yo la borracha, era mi espíritu.
Paseo Atkinson, 6:38 AM y la soledad
de no saberse observada ni por las sombras.
El amanecer, el mar, los perros, las gaviotas.
Nada más
Sola
Con una melodía en los oídos.
Rozando la libertad con la punta de los dedos
mientras allá abajo la ciudad despierta.

23.11.15

Pauli

Me bajé en otro planeta
no conozco a nadie
que me cambie las 20 lucas
para llamarte por teléfono.
Acá nadie habla nuestro idioma
nadie nunca lo hizo
cómo hacer para que me entiendan.
Necesito que me veas
Necesito que me escuches
Y luego virarme
al próximo destino.
Acá dan puras películas
tan re malas
Y en otros colores
que no puedo ver.
La gente es mala
y no me pesca.
Yo preferí saludarte otra vez
no para tu cumpleaños... ni para tu santo
no para tu matrimonio o funeral.
Yo vine aquí, por error, ay, por error.
Ytú no estás, ay, tú no estás.
Me bajé en este barrio, sin querer.
Me perdí.
Otra vez.

En tu Ausencia I

26 de Enero
un grito en el cielo
un bosque quemado.
Todos los muertos nos lloran
Adiós amigo cruel, ya no te preocupes más por mí.
Qué se yo de la vida, qué se yo de los amores.
El amor es de los débiles que se enamoran,
...que se pierdan en ese bosque.

El resto de los días ya no me pertenecen
salieron volando con la humareda.
No nos queda nada,
tan solo un hueco por donde mirar.
El mundo es así ahora, estrecho y oscuro
Que todo sea consumido,
ya no tenemos dónde habitar.

Tristes los días de ayer
con sus vuelos floreados
con sus sombras rosadas.
Son el viejo pulso
de un corazón robado.

Me despido derrotado del cielo
de las cenizas y del tiempo.
Me marcho con mi queja a cuestas
montaña arriba.
Con mi queja antigua
hasta el borde del acantilado.

20.11.15

De vuelta en el viaje

Que la curiosidad no te atormente. Ya llegamos. No quedaba nada para nosotros. Ni las migas del pan. Sólo las voces que creemos oír en el viento, que creemos que nos llaman. No era tu nombre, no era el mío. Son sólo ecos en el viento. Te acuerdas de esa noche en la que yo te esperaba y llena de angustia sentía que ya nada quedaba? Habrá sido un presagio, habrá sido que ya venía esta tensa calma por nosotros? Se acabó el trayecto, debemos descender, cuidado al bajar, ve dónde metes tus pies, no vayas a dar un paso en falso, no vayas a tropezar. Ya no quedaba nada para nosotros, ni las migas del pan, ni las sombra de los árboles. Si no sabes dónde estamos cómo quieres regresar, pregunta en esa casa el nombre del lugar. Yo ya no tengo prisas, me quedaría acá. En cualquier rincón me podría acomodar. Pero esta ciudad se acaba mañana, se acaba ahora, se acaba de acabar.
De vuelta en el viaje, no sé dónde estas, pero acomódate bien que todo va a empezar. 

Antes y ahora.

Era tan fácil ser feliz antes, sólo tenía que empezar el día y ya.
Ahora duele el oxígeno en los pulmones. Respirar sabiendo que compartimos el mismo aire es un trabajo de doble esfuerzo. Es fascinante contemplarte, es fascinante ver cómo has ido destruyendo mi corazón poco a poco, es aún más fascinante darme cuenta cómo yo te lo he permitido. Te he dado el permiso absurdo de entrar, de quedarte, de permanecer. Nunca te fuiste, ésa es la verdad. Siempre yendo y viniendo, entrando y saliendo. Buscando redención, buscando otro poco de amor que robar porque no puedes evitarlo. Porque se siente bien, porque lo necesitas para existir, porque no puedes abastecerte tú mismo. Lo peor es que no lo haces con maldad, porque no cabe la maldad en ti, no cabe la mala intención, la mala onda. Porque eres un niño que se perdió en el camino y se encontró de nuevo consigo cuando era demasiado tarde para aprender ninguna lección, es que no había tiempo, había que empezar a vivir ya. Y viviste en mí tantos años, viví en ti tantos más. Es difícil sacarte ahora, no quiero que te vayas nunca, pero me duele cada vez que regresas. Y siempre regresas.
Sin embargo el tiempo no pasa en vano, no cambian los colores en el cielo porque es el azar. Ya no me preocuparé más. No guardaré palabras ni imágenes que no existen más. Era tan fácil ser feliz antes porque no teníamos idea lo felices que éramos. Ahora queda el recuerdo de esa dicha que no deja vivir en paz. Pero ese tiempo ya fue. Ese lugar no existe más. Mañana cuando nos veamos no sabré nada de ti. Y aunque yo sea el mismo de siempre, no sabrás nada de mí. 

Diálogos internos.


Y cuando menos los esperaba, ¡pum! -no he cambiado nada-
Cuando era niña y amaba como niña, creía en todas las fantasías, en todos los cuentos de terror, en todas las promesas. Creía en todos, creía en la maldad también, creía en la mentira, creía en la tristeza. Y un día vinieron los años, todos los años juntos y me encontré bailando sola, me encontré en una playa desierta, me encontré en un montón de calles, me encontré bajo muchas lunas, hasta que me encontré frente a ti. Entonces me di cuenta que yo existía. Y por un momento me perdí. Me perdí de la vista de todos, me perdí de todas las fantasías y de todos los cuentos de terror, de las mentiras, de la tristeza. Fui.
Pero las estaciones comenzaron a pasar muy rápido y muy lento a la vez.

A ver, es bien difícil escribir bajo ciertas circunstancias. En este preciso momento he perdido el hilo. Se me está desarmando el texto desde el centro... y todos los bordes están deshilachados. Es difícil mantener la concentración y la calma cuando todo lo que se quiere es incendiar... incendiarlo todo. Yo intento encontrarme un poco cada vez, en cada palabrita de cada frase. Es difícil congeniar el estilo y los sentimientos, cuando todo lo que uno quiere es darle una buena patada en el culo a la vida misma.
Quiero ir a recorrer todos los lugares que fueron nuestros alguna vez, tomarlos y donarlos al ejército de salvación. Al capitán de ese ejército yo le diría: -mire mi capitán, tengo esta tremenda cantidá de weás acá. A ver a lo mejor le sirven a usted. Hay de todo, hay plazas, hay ríos, hay paisajes completos, algunos un poco borrosos, pero sirven igual. Tengo... uf! infinidá de calles. Cómo no le van a servir a alguien. Alguno de sus salvados, alguno de sus soldados. Tengo cielos para todos los gustos, tengo lluvia, mar, sol. Recíbamelos, se lo ruego-



Ya no estabas frente a mí. Se callaron todos los perros, se cerraron todas las persianas. Se acabó el tiempo, pero yo no había cambiado nada. Seguía amando como cuando era niña. Seguía creyendo en todos, seguía invocando fantasías, seguía murmurando tristezas.

No... no me gusta nada. No es posible explicar con palabras, con oraciones elocuentes, no es posible explicar con tan básico y pobre vocabulario el estado de las cosas. El estado del alma, el preciso estado médico del alma. Es infructuoso y doloroso dar forma a un fondo tan profundo y denso, al cual ni yo tengo permitido el ingreso. Pero es cierto lo de la niña. Porque esta cabra sigue amando como cuando era niña, sigue sintiendo como cuando era niña, es verdad que no ha cambiado nada. Es la única certeza, es lo único que Es. Está complicada la cosa.

De alguna forma me perdí de todo menos de ti. Me perdí las fiestas, las celebraciones, los funerales, los nacimientos. Perdí todo, los gestos, los roces, los besos. Perdí todo menos a ti. Hoy nos vamos felices de este pueblo, mis pasajeros y yo nos vamos felices de este pueblo, cantando, bailando. Los cielos azules eléctricos, los soles amarillo limón, las montañas se encaraman unas sobre otras y yo nunca había sido tan alta. Como una giganta saltando sobre ellas como si fueran de cartón piedra. Quiero hacer una fiesta, quiero que estén todos. Es la despedida.

12.11.15

Rutina de jueves

     
   ... Defeat, my Defeat, my deathless courage, 
      You and I shall laugh together with the storm, 
      And together we shall dig graves for all that die in us, 
      And we shall stand in the sun with a will, 
      And we shall be dangerous.

                                                                         -Extracto de "Defeat", por Khalil Gibran-



Me he estado convirtiendo lentamente en un ser de dos cabezas.
Con una digo sí, con la otra guardo silencio.
Me he hecho adicta a la sensación de esperanza una vez que la tormenta amaina.
Con una cabeza abro los ojos, con la otra los mantengo cerrados.
Me he dedicado escrupulosamente a enumerar cada una de mis faltas.
Con una cabeza asiento avergonzada, con la otra invento hazañas.

Me he sentado a armar ese puzzle llamado coraje, sin dar con las esquinas.
Con una cabeza distingo colores, con la otra sólo luces y sombras.

La mañana se acaba y comienza la tarde. Ya no le temo a la noche. Pero ese espacio que me separa de ella se pega a la ventana como el moho.  



8.11.15

Los odios...


Hoy los odio a todos. Incluso a ti por no estar aquí. Y si estuvieras acá, te odiaría igual.
Odio la noche y al día por igual. Son cómplices los dos de mi dolor. Son un trío malvado.
Odio mi ingenuidad por hacerme creer. En lo que sea, da lo mismo, da lo mismo todo, quién, dónde. No existe más. Lo peor es que seguiré creyendo en lo que sea y me caeré nuevamente y no habrá nadie ahí para levantarme. Así funciona el mundo para algunos. 
Hoy los odio a todos. Manga de imbéciles. 

3.11.15

Tratando

Despertando otra vez, tratando de salir de la telaraña. Abriendo los ojos con los dedos, para poder creer que no estás. Acá no estás. Saliendo de a poco, queriendo sentir todo como lo sentí ayer. Mirando la mañana, cambiando el color de las nubes, sin poder verte allá arriba. Hablando mal, pobre elección de las palabras. Queriendo viajar lejos donde quiera que estés, pero sin abandonar esta habitación, el último lugar donde estuviste. Sin sentido, sin buena dicción. Tratando, tratando, tratando. Cruzando el umbral. Estas palabras son mías. Son para mí. Donde quiera que estés. quédate, no te sigas perdiendo de mí.

1.11.15

La primavera más bella

Cuando todos se fueron me pregunté qué pasaría conmigo. Qué sería de mí. Lo que en realidad me estaba preguntando, era qué sería de mis emociones. Porque cuando te dejan, sea como sea, uno se queda con un tambor de emociones. Cómo me las iba a beber todas así... o las tiraba a la alcantarilla o dejaba que se pudriesen. Cómo desperdiciar tanto sentimiento. Me sentía lleno, hasta el cuello. Me iba a ahogar.
Yo no creía en la transformación, no entendía eso de que nada permanecía. Pensaba que todos mis habitantes internos se quedarían en esa villa al medio de mi pecho. Morirían de viejos o peor, de enfermos. Desconsolados y abandonados a su suerte. Qué hacer... cómo rescatarlos de ahí. De esa pobre villa azotada por la catástrofe, toda derrumbada. Arrancarlos de mi pecho era la única opción, clausurar la villa para siempre. Como un chernobyl.
Hasta que de repente cayó una lluvia. Una diluvio que desbordó mi tambor, que hizo que se volcase estrepitosamente. Todos esos sentimientos corriendo por los rincones, inundándolo todo a su paso, todas mis habitaciones y a mí misma como a una Alicia encogida. Pensé que moría, pensé que era el final. Pero en contra de todo pronóstico, ese río, ese flujo tremendo de agua que me sacó de mi encierro y me arrastró hasta cierto océano que jamás había yo visitado. Y me sumergí. Y allá debajo, en la inmensidad azul te encontré. Me estabas esperando en tu quietud, en tu silencio que a simple vista parecía indiferente. Nadaste hasta mí y me rodeaste... y casi como por magia ya no sentí miedo. Solté la respiración y dejé que todo ese líquido entrara en mí... y no morí... nadie murió. Dentro mío, poco a poco cada uno de mis habitantes salieron de su escondite. Limpiaron la villa, enterraron los escombros, ordenaron sus casas y lentamente retomaron sus quehaceres. Y entonces ocurrió, todo el azul dentro de mí se tornó rosa, teñí tu océano sin querer y tú dijiste que estaba bien. Que así debía ser. Cuando ya estuvo todo listo en la villa, el agua comenzó a diluirse. El océano desapareció y me encontré nuevamente recorriendo mis antiguas habitaciones.
Pero ya no estabas. Tú desapareciste junto con el agua. Te evaporaste en una gran nube que subió rápido a los cielos, lista para hacer llover, lista para inundar otras villas y devolverles el color.
Desde acá contemplo el azul inmenso cada noche, cada día y ya nada es como antes. Dentro mío todo renace y se estira en tonos rosados hacia el infinito. Me regalaste la primavera más bella.