Era tan fácil ser feliz antes, sólo tenía que empezar el día y ya.
Ahora duele el oxígeno en los pulmones. Respirar sabiendo que compartimos el mismo aire es un trabajo de doble esfuerzo. Es fascinante contemplarte, es fascinante ver cómo has ido destruyendo mi corazón poco a poco, es aún más fascinante darme cuenta cómo yo te lo he permitido. Te he dado el permiso absurdo de entrar, de quedarte, de permanecer. Nunca te fuiste, ésa es la verdad. Siempre yendo y viniendo, entrando y saliendo. Buscando redención, buscando otro poco de amor que robar porque no puedes evitarlo. Porque se siente bien, porque lo necesitas para existir, porque no puedes abastecerte tú mismo. Lo peor es que no lo haces con maldad, porque no cabe la maldad en ti, no cabe la mala intención, la mala onda. Porque eres un niño que se perdió en el camino y se encontró de nuevo consigo cuando era demasiado tarde para aprender ninguna lección, es que no había tiempo, había que empezar a vivir ya. Y viviste en mí tantos años, viví en ti tantos más. Es difícil sacarte ahora, no quiero que te vayas nunca, pero me duele cada vez que regresas. Y siempre regresas.
Sin embargo el tiempo no pasa en vano, no cambian los colores en el cielo porque es el azar. Ya no me preocuparé más. No guardaré palabras ni imágenes que no existen más. Era tan fácil ser feliz antes porque no teníamos idea lo felices que éramos. Ahora queda el recuerdo de esa dicha que no deja vivir en paz. Pero ese tiempo ya fue. Ese lugar no existe más. Mañana cuando nos veamos no sabré nada de ti. Y aunque yo sea el mismo de siempre, no sabrás nada de mí.
Ahora duele el oxígeno en los pulmones. Respirar sabiendo que compartimos el mismo aire es un trabajo de doble esfuerzo. Es fascinante contemplarte, es fascinante ver cómo has ido destruyendo mi corazón poco a poco, es aún más fascinante darme cuenta cómo yo te lo he permitido. Te he dado el permiso absurdo de entrar, de quedarte, de permanecer. Nunca te fuiste, ésa es la verdad. Siempre yendo y viniendo, entrando y saliendo. Buscando redención, buscando otro poco de amor que robar porque no puedes evitarlo. Porque se siente bien, porque lo necesitas para existir, porque no puedes abastecerte tú mismo. Lo peor es que no lo haces con maldad, porque no cabe la maldad en ti, no cabe la mala intención, la mala onda. Porque eres un niño que se perdió en el camino y se encontró de nuevo consigo cuando era demasiado tarde para aprender ninguna lección, es que no había tiempo, había que empezar a vivir ya. Y viviste en mí tantos años, viví en ti tantos más. Es difícil sacarte ahora, no quiero que te vayas nunca, pero me duele cada vez que regresas. Y siempre regresas.
Sin embargo el tiempo no pasa en vano, no cambian los colores en el cielo porque es el azar. Ya no me preocuparé más. No guardaré palabras ni imágenes que no existen más. Era tan fácil ser feliz antes porque no teníamos idea lo felices que éramos. Ahora queda el recuerdo de esa dicha que no deja vivir en paz. Pero ese tiempo ya fue. Ese lugar no existe más. Mañana cuando nos veamos no sabré nada de ti. Y aunque yo sea el mismo de siempre, no sabrás nada de mí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario