25.11.06

Donde no pudieran estar


Lo único que extraño de Puliplax es ese perfecto y extraño sistema de distanciamiento físico personalizado.
Cada cual especificaba su sitio preferido para los momentos de soledad absoluta, en caso de que no quisiera estar encerrado en su casa. El estado se encargaba de recopilar toda la información y hacer los cálculos necesarios para que la gente no se topara. Las circunstancias más frecuentes para exigir el uso del sitio personal eran de peleas, rupturas, depresiones autorizadas e inspiración artística.

Nunca utilicé mi sitio personal, pero me encantaba la idea de saber que era mi sitio personal y que estaría ahí para siempre, que permanecería aún después de mi muerte e incluso muchos años más.
Con la desocupación del planeta, quedamos tan pocos ya, que practicamente no necesitamos los sitios personales. Basta salir a la calle y ya.
Los que quedamos estamos alistándonos para partir, pero antes debemos dejar todo preparado en caso de que alguien más necesite usar este lugar.
De todas formas me hubiera gustado sentarme ahí... ya ni recuerdo por qué elegí mi lugar. Todavía queda algo de tiempo, pero no tengo motivos para visitarlo. Ya no hay motivos para nada en este planeta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esa foto la sacaste en el retiro o esta locura me ha comido hasta los recuerdos??
El lugar, ese lugar favorito, nunca lo he tenido y si tuviese que elegir seria esa plaza donde descansabamos despues de nuestros largos trotes.
Ojala vuelvas a ese lugar y me invites para acompañarte.

Hoy me hice un blogs, pero no se k wea escribir.
Te extraño

Francisca dijo...

q lindo!

eres muy seca Pauli!


yo quiero uno de esos...me carga encontrarme con gente cuandono quiero ver a nadie.