29.4.16

Juéveses.

Entonces iba por la esquina, quién?, no sabemos, pero iba. Articulando voces en su cabeza, manipulando palabras, doblándolas hasta casi quebrarlas. Tambaleándose con el sinsentido a cuestas, por toda la calle, a lo ancho y largo de la calle. Parecía que a medida que avanzaba, todo se estiraba, todo alrededor era gomoso, chicloso y aletargado. Los pensamientos chocaban sus bordes entre sí, sacando chispas de vez en cuando. El cielo rosadio, muy rosadio, la calle azul, las veredas grises, la gente, por supuesto, sin color. Era una tardecer arrebolado en la ciudad. El atardecer le intoxicaba los ojos, la razón. Miles de palabras cortitas hacían cola en la punta de la lengua, miles de frases se agolpaban en las mejillas, cancioneros enmohecidos repletaban el pecho. -Hay demasiada música en este planeta y yo me enamoro con facilidad- pensó. -Cómo me voy a aprender todas esas canciones. Cómo amaré tanto- insistió.
El camino había avanzado lo suficiente como para estar ya cerca del hogar. Pero el paisaje se había quedado atrás, cansado, medio dormido sentado en un escalón. Casi siempre le hacía lo mismo, ya era costumbre. Las grietas en el cielo eran imaginarias, las gritas en el alma, no tanto. No había mucho más que hacer, que desear, que esperar. El día había colapsado en un pequeño abismo sonoro que inundaba su cabecita.
Pasó a comprar naranjas para el desayuno del día siguiente. Desayuno que tomaría en deliciosa compañía felina, puntualmente a eso del mediodía. Promesa. 

28.4.16

Pastillita

Una pastillita antes de dormir, me dice
con harta aguita para pasarla bien
todos los días, no la haz de olvidar
y los sueños se te acomodan bien
todas las noches, me dice
harta aguita así no se pega
en la garganta.
Baja directo a la guatita, me dice
con toda esa aguita que tomaste.
No te darás ni cuenta
la pastillita, ya la tragaste.

Yo creo que hay un boticario
viviendo dentro de mi corazón
tiene un viejo armario
lleno de frascos
lleno de diarios
lleno de mugres
y de dolor.
Es súper junkie
el boticario
se empepa a diario
no tiene horario
de atención.
Más yo lo siento
vaciando frascos
rallando papas
y recetarios.

La pastillita
me la he tragado
ya me he acostado
sueño profundo
sin descansar. 

26.4.16

Todas mis palabras rotas


Existe una palabra que se pronuncia en casos de emergencia como éste.
Es una de esas palabras clandestinas que se pasan de boca en boca, literalmente.
Mágicamente inmediata, capaz de aliviar estados de extrema gravedad, como éste.
Yo no la conozco, nadie me la enseñó.
Parto mañana a buscarla, a primera hora.
No sé por dónde comenzar, ni sé cuándo la encontraré.
No tenga pista alguna, dato o contraseña.
Tan sólo una pequeña bolsa con un puñado de palabras rotas
ninguna me ha servido para sanar mi situación
pero tal vez alguien me dé algo a cambio
tal vez, con algo de suerte, alguna todavía tenga valor.


25.4.16

Explosión

Exploté. Así nada más. Exploté y morí un poco nuevamente. Recogí mis pedazos y me los pegué otra vez. Me senté a mirarme, a ver cómo había quedado por dentro. Nada, aún está todo muy agitado. Pero una vez que esté todo quieto y se reordenen los estratos, una vez que venga la calma, sabré qué depara el escenario. Sé que en el fondo siempre decanta lo más pesado y en mi caso, lo verdadero. Las burbujas que enturbian la vista se reventarán poco a poco. Toda esa efervescencia lentamente decaerá. Una última bromita del universo que se cree tan sabio. Ja-já.

Susana Carolina


Hermosa de las noches
y más aun de las mañanas
sacadora oficial de todos los suspiros
dueña de todos los sueños
secos y mojados
perfecta silueta adornando miradas
presencia coqueta sin esfuerzo alguno
pisada ligera sobre los sentires humanos
cariño dulce en los labios
caricia redonda de redondez absoluta
el beso más perfecto en las manos rotas
cuántos abrazos me has robado
y yo sin dudarlo te perdono
Susana Carolina tú eres la dueña
de todos los posibles tronos
la reina de todos los posibles reinos
lejanos y cercanos.
No me pararé jamás 
frente a tu perfecta puerta
no tengo ni la más mínima chance
de parecerme a tu sombra
ni a la sombra de tu sombra
seré plebeya y siempre
serás tú la joya
pero Ay de ti Susana Carolina
lo cierto es que serás la carne
mientras dures
y yo, yo ya soy el espíritu.

Aventuras


No tengo de esas historias
no tomaba cajas de vino en la plaza
no me escondía de los pacos
ni arrancaba en pelota de la playa

No tengo aventuras exóticas
Ni paseos perdidos de la memoria

Recuerdo recuerdos ajenos
y me los adueño barsamente
me entra agua al bote
y se apodera de mí el silencio
se me atonta la mente y me traga la noche
mis anécdotas son de la torpeza
y tan secretas que ni yo las sé
pero tengo la certeza
que la pasaba bien.

Corazón de borrador


Todos los días me despido un poquito
del día anterior que no alcancé a vivir bien
meto las manos a los bolsillos
cuento los trocitos que me quedan
nunca es suficiente
nada es como uno espera
llego tarde a clases y ya lo veo venir
que me dé dictado el maestro
que me diga todas las palabras que debo escribir
que me enseñe cómo lo debo decir.
El adiós nunca es bien visto
pero ahí está a la vuelta de la esquina
un día no tendremos qué decirnos
y no nos quedará otra
más que mentirnos
y cuando se nos acaben las mentiras
no quedarán más que miradas
y cuando no nos podamos mirar más
vendrá el olvido.


22.4.16

Vagancia mental

Porqué siempre llega antes
el asesino de pensamientos
como si tuviera alas
o acaso adivinara
lo que pasa aquí dentro.
Me deja esclava de un murmullo
de un eco intruso
que no deja de colgar
marcos vacíos en las paredes
falsos autoretratos
y paisajes sin acabar.
En este estado sordo
de total vagancia mental
vengo a declarar mi adhesión
a la falta de elegancia
a la desfachatez de ir por la vida
como si nada ocurriera.
Ya fue mucha la arrogancia
la parsimonia y la soberbia
la ausencia de risa
y la negación de la tontera.
En este estado fatuo
de sentimental borrachera
vengo a hacerme la loca
y a hacerme la cuerda
a batirme a duelo
con todas mis sombras.
El asesino de pensamientos
ya está sentado al frente
muy sereno tomando nota.




19.4.16

Reflejo continuo


Me dejé llevar por lo que gritaban en las calles
abrí la ventana de par en par y dejé que entraran
todos los anhelos y las dudas y los males
toda las lluvias mojando todos los valles
llevándose las promesas río abajo
dejé que todos pasaran por encima
que todos comieran de mi carne
dejé todo y tomé todo y solté otra vez
el cable, el ancla.
Si he de transformarme en otra persona
si he de quitarme o ponerme capas
espero tan sólo que el cielo no me engañe
que sea por intuición lo que me comande
no señales falsas ni absurdos retos
sino una luz desde adentro que entibie el sentir.

Ingrato.



Me pilló este Maldito
sentado sobre mis tesoros
uno a uno me los quitó
y de pura maldad me dijo
no estás en su lista de agradecimientos
no te dará un diploma 
ni condecoraciones
no eres el elegido
ni eres el de las canciones.

Yo quiero ser como todos
y quiero ser como nadie
pasar por las calles bailando
sin que ninguno me moleste
pero que no me pasen por encima
como a esos borrachos perdidos
que mueren en un grito ahogado
y nadie les da auxilio.

Cuánto faltará me pregunto
para concluir este peregrinaje
cuántas millas tengo que aguantar
sentado solo sobre el equipaje.

No estaba en su lista
y me tiritan las manos
pero no es frío lo que siento
es el miedo de que el odio
al fin me haya penetrado
inventando un chisme en mi cabeza
que me haya envenenado
tengo miedo de haberme quedado
en esa isla el día que naufragamos
tengo miedo de ser ahora un impostor
que esté yo allá todavía deambulando
entre las cosas que el océano devolvió.

Y ya concluido el pataleo
de este síntoma de la desgracia
sólo me resta descansar.
Sé que es momentáneo
pero se siente tan definitivo
este viejo y conocido malestar.

Fatiga de sensibilidad.

La gata juega con una banda elástica y el mundo parece caber eterno en esa huincha rota. La sujeta entre sus dos patas y la mordisquea mientras yo me escapo por mi punto ciego hacia recuerdos que no tienen nada que ver con esta tarde soleada, ni con la gata, ni con el juego que guarda entre sus patas. La brisa entra por el balcón y agita sutilmente las pelusas de su pecho. Se mezcla el verde limón con el amarillo miel de sus ojos al aguzar la vista... una mosca, un sonido... algo pasa allá afuera que la hace salir a investigar. Se acaba la distracción.
Seguir creyendo en la magia está requiriendo el máximo de recursos disponibles. Estirar las historias, repasar credos. Ahuyentar miedos semipilucha con un palo en la oscuridad. Imágenes intrusas que se vienen a instalar mientras espero la micro, frases de canciones que aun no se cantan. Seguir analizando los estados mentales no es prioridad ya. Los cambios de humor barnizados ordenaditos sobre mi estante, junto a miles de estatuas de barro. Caras en un álbum viejo, recortes de pasajes cotidianos. El diario vivir pasado por cloro, culpas salpicadas de sangre, angustias caramelizadas. Dolor de guata. Giro la cabeza un poco y se me van las ideas por el caño.
La gata regresa y viene a echarse sobre mi regazo. La vida nunca se queda quieta en un rincón. 

18.4.16

Exhibición.

Chao amigo desconocido, llegué tarde otra vez.
Te había visto en una vitrina mientras el cielo se ponía colorado. Tenías la cara de otra persona, no la que yo recordaba de otras épocas. Eras más alto y más viejo y tu mirada ya no se escondía. Creciste harto y te veías mas definido, como si acaso alguien hubiese pasado un marcador por sobre tus lineas de grafito. Quedaste bonito después de tantos años. Te pusieron marco y te colgaron en una pared bien concurrida. Y justo cuando se me ocurre pasar por ahí ya se había acabado la exhibición, pero vi un folleto y reconocí tu mirada y tu mueca de acá no pasa nada. Tu gesto de circunstancia.
Y dentro de mi apreciación noté que lo bonito y lo feo ya se te había mezclado en el alma, los buenos y malos sentimientos, lo cochino y lo perverso, lo maravilloso y lo encantador. Siento que después de tanto tiempo ya eres una obra maestra.
Ojalá que quien te haya comprado aprecie tus imperfecciones tanto como yo. Sino siempre puedes volver al museo. A la pared imposible.

El darse cuenta.

Hagámosla corta.

El universo lo sabe
Ella lo sabe
Tú lo sabes
Yo también.

Somos un océano de sabios perdedores.
Cuando cambie la marea
y si el corazón y la cabeza se ponen de acuerdo
(quizás)
nos volveremos a encontrar.

Mientras, nademos.
O dejémonos llevar.

Misteriología.

Cuánto más tiene que esperar el corazón en este paradero
en este clima fatal
Cuánto más tiene que aguantar la imaginación en este tiradero
en este paisaje infernal.

Marte retrógrado con cuadratura en escorpión
me avisa que vienes
con el bioritmo agitado
y la muela del juicio
con sus doshas en desequilibrio
mala suerte de la buena suerte
himno de la ironía
nos hemos desencontrado
danzando alrededor del mismo precipicio
pensé que eras el cristo encantado
el sapo redentor
del abismo inmaculado.



El asesino de recuerdos.

Como mataste mis canciones
a veces no te perdono
pero luego se me pasa
porque es más fuerte lo que siento
por mi pequeño montón de acordes
que por las rabias que escupes
porque al final te caerán todas encima
y no es que me alegre
es como es
te metes donde no debes
y temo que no estás preparado
para lidiar con esa rabia madre
que te espera al final.



17.4.16

10'

Tengo 10 minutos para terminar tu canción
para aferrarme a esa idea que sobresale sobre un millón
y ni sabes lo mañosa que es mi cabeza
ni lo orgullosa que se pone mi imaginación.
Esta es la vuelta que temía
la pasada colador
el ardor en la guata
el futuro esplendor
rimas incoherentes para calmar la ansiedad
esperanza adolescente de que la magia volverá
y todos los recuerdos tendrán sentido
y las voces cantaran tus coros
entonces el crimen será cometido.
Se apaga la luz.
Otra vez nos dejaron solos.






Reputaciòn

que me vengan a buscar entonces
que me griten en la cara
todo lo que me falta
todo lo que me sobra
que me hagan el gran killin' me softly
mientras me invento
una nueva fantasía
ya, piola
pero yo no los espero
que vengan a buscarme
que venga el mundo
con toda su ira
con toda su calma
que no sea por la espalda
que sea de frente
todo lo que me falta
todo lo que me sobra.


Santiago


Veo un rostro
sobre un cuello
adosado a un cuerpo
sujetado por unos pies
que van por un camino
que no es el mío
no sé qué pasa
que sus sonidos
saben a metal
y cuando me los cuenta
en el oído
parecen de cristal.
He pasado sustos
bajo este cielo
durante este viaje
pero esta noche
es de mentira
con sus cuentos
y sus chistes
los rayos y los truenos
las entradas y las salidas
las luces en el escenario
los diálogos amenos
los huéspedes inquietos
los rostros sobre esos cuellos
adivinanzas y refranes.
No sé qué es lo que pasa
sigo derecho hasta el final.
Pero esta noche es de mentira
y las canciones se desvanecen
se las lleva la lluvia
junto con el miedo
el humo
los besos
los rostros
los cuerpos.



15.4.16

Aseo y Ornato.

Guardo esta duda
en una cajita de piedra
que a veces me aparece en el pecho
como un espejismo
como un islote que asoma
al bajar la marea.
Y esta duda sabia
se desgrana dentro mío
en muchas otras pequeñas dudas
cada una con su melodía.
Pero ya no le tengo miedo
al ridículo o a la melancolía
decido cantarlas todas,
todas, todas, todas y cada una.







13.4.16

Mau Ami

Qué maravilla de la ingeniería cósmica
esta gata en sus cuatro patas
perfecta como las estatuas
con razón te adoraban, criatura.

Mientras yo hago explotar
uno que otro verso
ella ronronea una novela épica
en comunión con el universo.

Qué más me queda ya
sino aguardar en silencio
y esperar paciente
el próximo cuento.



Afectos Espaciales II


Acá seguimos
yo y los artefactos
queriéndonos mucho
bancándonos la monotonía
espiando rumores
de venideras alegrías.


12.4.16

Referencias


Respecto a qué, a quiénes.
Desde cuál vereda, en qué muralla
sobre qué cama, al lado de qué persona
entre qué rostros.
Dónde me ubico.
Nada. Nadie. No existes, no somos...
...de esa manera, no.
De esta otra, tal vez.
De alguna que aun no conocemos, definitivamente sí.
Veo plagas de ciclos y eras
en su peak de alegrías y tristezas
en sus valles de incertidumbre.
Vueltas y vueltas dan
no saben dónde pararán.
Dice el inspector al cortar mi pasaje
no quieran terminar el viaje
no se embriaguen de tanto.
Sepan menos y sabrán más.
Cuál es la distancia
que más nos aleja
ésta, que parece un bucle sin fin
o ésa, que nos asfixia de proximidad
cuál es la medida correcta
de querer, extrañar y anhelar.
Respecto a qué soy esta que soy ahora
respecto a qué seré la que seré mañana.
Dónde, cuándo. Quién lo dice.
Ubicarse en el plano más esquivo de todos
el trayecto de la sonrisa a la queja
de la idea al corazón
del olvido a la calma.
La X marca la intuición.

11.4.16

Tarde de hacer nada.

Me doy puntos por perder
el doble de puntos por decirlo acá
el triple de puntos por presumirlo.
Me doy puntos por perder
mientras apoyas el hueco que se forma
entre tu cuello y cabeza
sobre mi perfecto puño.
Y acaricio y beso tu perfecta frente
y te estiras y te estiras infinitamente.
Y más puntos me otorgo.

10.4.16

Bonito todo.


Está bonito esto de aprender a saberse. De absolverse todos los días un poco. De autoayudarse a punta de equivocaciones. De darse baños de soledad. De cambiar el color de las paredes. Está bonito esto de hablarse en las calles, de mandarse a la cresta, de tomarse en serio la propia locura e incoherencia. Está bueno esto de quererse y permitir odiarse también. Están buenas las vueltas, con todos sus misterios, con sus mojones, con sus grietas. Están buenas todas esas vueltas con sus canciones de moda, con sus bailes torpes. Está buena la torpeza. Está buena la fealdad también y la falta de fotogenia. Está buena la belleza secreta y los inesperadísimos rincones en donde aparece. Están lindas las mañanas perdidas. Está bueno esto de los saltos de tiempo, la mente agitada, las palabras de consuelo robadas de extraños. Está bonito esto de aprenderse. 

8.4.16

Rosadio.


Se negaron a ser mis amigos. Los muy descriteriados. No importa.
Quieren que sea feliz nomatterwhat, que conserve mi estilo, que me lo tome con sentido del humor.
No saben que yo me tomé todo el sentido del humor. Hasta la última gota. Me emborraché de humor. De todos los humores. 
Quieren que sepa. Que entienda. Que sienta. Que siga. Que permanezca. Quequéqueque. 
Se negaron a ser mis amigos, pero quieren que sea feliz.  Pero a mí eso ya no me importa nada mucho. 
Mañana, ayer, hoy. El otro año, hace mucho tiempo, algún día, unas semanas atrás, en la tarde. Altiro.
A veces.
Y el mundo sigue dando vueltas, excéntricas según yo, pero nadie me cree. Da lo mismo casi todo. Las flores siguen abriéndose y los gatos siguen siendo gatos. Antes los odiaba y ahora los quiero. A casi todos. Y no he cambiado. Es que sólo hay momentos en los que he subido más el contraste, eso es todo, me he desenfocado un poco, he perdido el brillo y qué. Luego luego todo pasa. Todo. Hay muchos consejos dando vueltas por ahí. Flotando en el aire, chocando entre sí como moscas atontadas por el calor, tengo que espantarlos a cada rato y convencerlos de que estoy bien. Realmente yo estoy bien acá. Estoy conmigo celebrando las huelgas en mi cabeza, condecorando sentimientos por una vida de logros. Clausurando la fábrica de rompecabezas. Demoliendo las vitrinas, liberando a las bestias. 

La luz me que me llega de afuera es tan bonita, hace que mis mejillas se pongan rosadias, hace que mi espíritu se ponga rosadio. Carnecruda rosadio. 


Aiming.




No sabemos nada realmente el uno del otro
en esta torpeza mía de querer entenderlo todo
me fui autofagocitando. 
Y ahora me compré un cuerpo nuevo. 
Estoy entrenándolo. Aprendiendo sus mañas. En eso estoy.
En el deber de reconocer mis carencias.
Rellenando los espacios
pasándome los altercados por la raja. En eso estoy.
Ya sé, ya sé. Es una fase, como las de la luna. 
Me importa un pico.
Porque estos paseos son extremistas
una mezcla de  súper ego y desconfianza en uno mismo
pavimentando el camino
por eso mejor andar a pata pelada por los pastos. 
En eso estoy.
Y si me pilla el invierno en medio del verano
me da lo mismo
para mí es Otoño todo el año.


6.4.16

Pilucha

Me voy a poner aburrida y bicolor
porque ya no cuento con la compañía
del sempiterno cinismo
al menos por estos días
se ha quedado quieto
ahí en su vereda
observando mis pasos.
Ya nos encontraremos algún día
cruzaré yo
o cruzará él.
Nos divorciamos a causa de mi falta de fe
en su proyecto de vida
todo lo que me dio
se lo comieron las polillas.
Heme acá ordenando las estaciones
y qué heavy el darse cuenta
qué lata la resignación
cuando hay trajes que ya no te quedan
el armario va quedando vacío
y toda tu vida apilada en un montón
un montón de trapos inútiles
de otras eras
de otras fiestas
de otras pruebas
de otras personas
que ya no eres.
Hasta mis guirnaldas han quedado en desuso
ya no las necesito
ni los espejitos
ni los brillitos
ni los adornitos
ni las luces de colores.
Pilucha andaré
aún inconclusa
acaso si fuese necesario
cosiendo mi ropa
por el camino.

4.4.16

La viajera.

Ver la belleza en todo y en todos
la peculiaridad
amar la incertidumbre
recuperar la magia
y encontrar dentro del caos
la partícula divina.
Llorar lágrimas rosadas
y dar abrazos largos.
Verte de lejos
y admitir cuán perfecto eres
verlos a todos desde lejos
y confiar. 

El comienzo.


Abro la jaula ya.
No hay más candados
ni pistas
ni engaños.
Sólo está el paisaje
ancho como la vida
y aunque estamos ambos en él
nuestras sombras no se cruzan.
Por eso me despojo
del ansia
de los terrores
de la falsa cara en el espejo
y los pensares duros.
Andando, andando
no somos más que yo
y el cosmos
en dulce reconciliación.

2.4.16

Padre


Se marchó a la eternidad
un día de junio
justo a las 12:15
en la pieza de al lado
sobre mi cama de adolescente
tornándose azul violáceo
se iba despidiendo su cuerpo
porque su alma se había ido hace años
antes que dejara de ser niño
el único del barrio con zapatos
las piernitas marcadas
con varillazos del membrillero
y los ojos brillosos de pillería.
Quiera la divinidad
que se haya liberado
de todo mal
de todo pecado
y ese niño flacucho
esté ahora corriendo
por los más alegres prados.

5:00

No hay huevá que deteste más que estar despierta a las 5 de la mañana con los ojos rogándome que los cierre y no poder hacerlo porque me vienen las furias y las desdichas y me tengo que quedar purgándolo todo, a sabiendas que no quedaré satisfecha porque ya es tan tarde que es temprano y no pienso con claridad y la garganta se me seca y la guata se me hincha y todo lo que quiero es  bajar la cortina e irme caminando lento con el sonido de los aplausos de fondo.
La maldita manía de querer controlar a las bestias. 

Los viajes I


Ya olvidé otra vez la letra. Era algo que tenía que ver con viajes y sensaciones de viajes. Cómo cuando vas llegando y cuando te vas yendo. Y los pequeños fragmentos entremedio me da la idea que tienden a desvanecerse. Sólo me quedan las canciones que escuchaba en los trayectos y uno que otro pensamiento náufrago de esos días. He pensado en el sur y de cómo siempre me embargó la sensación de que estaba sola ahí, en la orilla del río, de la playa, del bosque, del jardín. Siempre con la sensación de que lo estaba aburriendo. 
Me gustaría recorrer otra vez todos esos lugares, sola. Estar ahí conmigo, con nadie, con todos. Estar con mis canciones y flotar. El problema es que soy tan miedosa, siempre termino necesitando un compañero. 
He estado pensando en la culpa y en el miedo muchísimo. Todos los días cuando me logro levantar siento que ya lo estropeé todo. Sé que no es así, pero de todas maneras se me pasa por la cabeza porque es parte de mi configuración. Y luego cuando salgo por las tardes o por las noches y consigo divertirme empiezo a pensar si acaso está bien... si acaso no lo estoy arruinando otra vez. Y sé que está todo bien, en el fondo está todo bien, pero nunca llego al fondo, siempre me quedo pegada en los bordes. 

Si me pongo a buscar momentos de felicidad siempre tienen que ver con la anticipación de algún viaje. Con llegar y  ver cómo calan en mí esos primeros momentos de la estadía. Me he dado cuenta que casi siempre viajo sin expectativas. Es tan extraño, porque finalmente es ahí cuando la mayoría se construye una gran cantidad de ideas sobre lo que encontrarán. Para mí es todo lo contrario, me salgo de todo eso y conquisto la cúspide del asombro, con lo más mínimo, en serio. Será porque he salido tan poco, será porque imagino mucho y el choque repentino con la realidad siempre me arrebata, como cuando el aire marino te arrebata y quedas medio sedado y empiezas a caer en un tipo de trance rico que al final te deja blandito y soñando bonito. En fin, no era nada de lo que quería decir. Quería hablar de esas sensaciones que me han venido a visitar y que no sé qué querrán decirme con su presencia. Siento que cada vez que salgo estoy pegando un salto al vacío, pero con miedo y luego aterrizo en la culpa. Creo que tiene que ver con una construcción que hago de mí misma para lidiar con las formalidades, con las trivialidades, con el paisaje cotidiano que cada vez me parece más surrealista y triste a la vez. Pero creo que ya luego se me acabarán las máscaras, los maquillajes, los disfraces, las coreografías. Porque ahí, cuando voy quedando pilucha, aparecen los silencios y todo lo que me va quedando son sensaciones antiguas, como las de esos viajes, de las canciones. Recuerdos de los recuerdos que construí en estados mentales tan distintos y que son todos partes de mí y aún así parecen tan lejanos y ajenos. El sinsentido que me rodea parece cobrar cada vez más fuerza, como si estuviera respirando la mera esencia de eso que vengo persiguiendo hace tantos años y no me doy cuenta que está ahí frente a mis ojos.