25.4.16

Corazón de borrador


Todos los días me despido un poquito
del día anterior que no alcancé a vivir bien
meto las manos a los bolsillos
cuento los trocitos que me quedan
nunca es suficiente
nada es como uno espera
llego tarde a clases y ya lo veo venir
que me dé dictado el maestro
que me diga todas las palabras que debo escribir
que me enseñe cómo lo debo decir.
El adiós nunca es bien visto
pero ahí está a la vuelta de la esquina
un día no tendremos qué decirnos
y no nos quedará otra
más que mentirnos
y cuando se nos acaben las mentiras
no quedarán más que miradas
y cuando no nos podamos mirar más
vendrá el olvido.


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