Abro la jaula ya.
No hay más candados
ni pistas
ni engaños.
Sólo está el paisaje
ancho como la vida
y aunque estamos ambos en él
nuestras sombras no se cruzan.
Por eso me despojo
del ansia
de los terrores
de la falsa cara en el espejo
y los pensares duros.
Andando, andando
no somos más que yo
y el cosmos
en dulce reconciliación.
No hay más candados
ni pistas
ni engaños.
Sólo está el paisaje
ancho como la vida
y aunque estamos ambos en él
nuestras sombras no se cruzan.
Por eso me despojo
del ansia
de los terrores
de la falsa cara en el espejo
y los pensares duros.
Andando, andando
no somos más que yo
y el cosmos
en dulce reconciliación.
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