15.12.15

1992

De mi casa a la tuya habían 5 canciones de distancia.
Tierra y piedras pintadas de blanco
ramas de espinos custodiando
unas flores públicas de por ahí.
Maceteros de neumático y cumpleaños infantiles.
Te ponías los pantalones y luego afilabas el cuchillo.
Yo jugaba en el bosque a 5 canciones de distancia.
Ciruelo en flor de barrio
abrazando las veredas
una marea de pétalos rosados
luego
tiñendo el pavimento
ciruelas podridas de verano.
Sauces melodramáticos junto al pozo prohibido
entonces íbamos a pedir deseos
lanzando tazos o monedas viejas
barbies sin cogote
y escupitos de inocencia.

Primeras verguenzas
agudizando la mirada.
Helo ahí entre la hierba
el esplendor de las medias tardes.

Vivíamos a 5 canciones de distancia.
Teníamos piñén en los tobillos
y oropel en los ojos.

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