23.12.15

N°9 (III)

Tengo las palmas cargadas
con esa suerte lejana
ambigua.
Olvidadas las heridas
aparecen caricias calladas
dobladas en cuatro
como pañuelos bordados de llanto.
Mocosa con trampa
dicen los que saben
o dicen saber.
Con mi paraíso a cuestas
deambularé
no hay precipicio lo suficientemente alto
para hacerme caer. 

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