Ay Dios mío.
Qué más quieres que te pida
una pasada por ese pasaje
que lo oculta de a ratos
entre las madreselvas
vestirme con pieles de gatos
arañarlo entero
lo prometo no me frustro
no, para nada.
Visitarlo esta tarde de Domingo
ir con él hasta su altura
bajarlo a mi hondura
sedarlo
abrirlo despacio
desmantelarlo.
Vaciarlo con ternura.
Qué más quieres que te pida
si casi nunca te pido nada
una visita guiada
un trampolín
una grieta en su sonrisa
para colarme
hacia una estadía en sus ojitos
en la esquina de sus pestañas.
Maldita sea
el verano me persigue
desde hace tantos años.
Qué más quieres que te pida
una pasada por ese pasaje
que lo oculta de a ratos
entre las madreselvas
vestirme con pieles de gatos
arañarlo entero
lo prometo no me frustro
no, para nada.
Visitarlo esta tarde de Domingo
ir con él hasta su altura
bajarlo a mi hondura
sedarlo
abrirlo despacio
desmantelarlo.
Vaciarlo con ternura.
Qué más quieres que te pida
si casi nunca te pido nada
una visita guiada
un trampolín
una grieta en su sonrisa
para colarme
hacia una estadía en sus ojitos
en la esquina de sus pestañas.
Maldita sea
el verano me persigue
desde hace tantos años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario