Me tropecé contigo y exploté
me dijiste algo así como
amaneceres para todo el mundo
amor para todos los que nos rodean
atardeceres para el que quiera
lluvia para los que la pidan
sol y colores para nosotros
en voz baja murmurando apenas
tan cerca y encima mío
que aún no logro distinguir
de qué color son tus ojos
pero intuyo que deben ser
amarillos como el fuego
y cafés como la tierra mojada.
Este cuarto está tan oscuro
y yo tan cansada
no sé ya si eres real
o tantas canciones buenas
me están jugando una mala pasada.
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