Tengo cachá de lunes guardados en la maleta. Tengo pa regalar, me sobran, me salen repetidos. Quiero más sábados y más miércoles. No quiero tantos jueves ni martes. El viernes es comodín y el domingo es un resbalín inmisericorde. A ése si que no lo quiero.
Pero lo lunes siempre-siempre están ahí para recordártelo todo, todoeltiempoacadaratoohmidios.
Da lo mismo que los quieras o no, da lo mismo donde estés, o con quién, o lo que estés haciendo. Siempre llega el lunes arrastrando los pies, siempre llega cargado de lo que sea. Trae una promesa invisible, con su sopita de misterio para uno, con su tono de voz pasmoso. Con su aroma a vida y muerte, con su pulso marcado, preciso, marcial. Me trastornan los lunes. Y me fascinan también... qué adicción tan fatal. Ahí los llevo, los voy juntando. Todos revueltos, todos apilándose en mi cabeza.
Pero lo lunes siempre-siempre están ahí para recordártelo todo, todoeltiempoacadaratoohmidios.
Da lo mismo que los quieras o no, da lo mismo donde estés, o con quién, o lo que estés haciendo. Siempre llega el lunes arrastrando los pies, siempre llega cargado de lo que sea. Trae una promesa invisible, con su sopita de misterio para uno, con su tono de voz pasmoso. Con su aroma a vida y muerte, con su pulso marcado, preciso, marcial. Me trastornan los lunes. Y me fascinan también... qué adicción tan fatal. Ahí los llevo, los voy juntando. Todos revueltos, todos apilándose en mi cabeza.
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