31.3.16

Consulta técnica

Tal vez fue mi imaginación
o las ganas de verte otra vez
como sea no espero comprender
cómo fue que sucedió
que te aparecieras en la micro
un domingo en la tarde
poseyendo el cuerpo de la persona
que iba sentada a mi lado.
Pero quisiera saber para qué
tomarse tanta molestia
un viaje desde el más allá
hasta esa micro enclenque
sin nada claro en mente
medio terrorista tu visita
dejarme con el alma tirante.
Así que si no fuera mucha la molestia
de visitarme mejor en sueños
o en canciones
o si quieres mejor aparécete de una vez
pero no andes poseyendo cuerpos ajenos
a los que no puedo llegar y abrazar
gritar o disculpar
enojarme, tocar
pedir perdón o consuelo
en fin, volver a amar.


Lo natural.


    No te puedo conmemorar como quisiera. Los intentos son en vano, tantas otras cartas se han escrito de la manera en que yo sueño, sueño contigo. Los bordes de mi cuerpo se han ido decolorando y no quiero que esa palidez llegue al centro porque ya no tendría sentido nada. Me quejo a diario de todo, tenemos una pugna el universo y yo y todas las cosas que lo habitan. Que no sea capaz de estar en paz con nada... y estoy tan desordenada, no sé donde guardo las buenas ideas, los buenos recuerdos. 
Como decía, no estoy a la altura de apreciar todo lo que fue, todo lo que fuimos y encerrarlo en unas cuantas frases. Me es imposible. 
Sin embargo puedo decirte que esto que soy, esto de ahora, es lo que seré siempre. Con más o menos contraste, con más o menos luz, pero esto es lo que soy. Lo que viste, lo que te enamoró y espantó al mismo tiempo sigue acá donde mismo. Pero creo que la figura que observabas se desarmó, como un caleidoscopio que giró de repente. Y ahora que las piezas no calzan, mejor mirar hacia otro lado. Viste que vino el Otoño, viste que se está quedando en mi casa... el mejor inquilino que podría esperar. Es ingrato admitir que ahora que ya no te amo es cuando más te he necesitado. Lo siento. Divago.
La luz permanece encendida, en el fondo. Me aferro a la duda, es lo que me mantiene despierta. Y ahora que ya no existes más, siento que vienen miles de dudas más al rescate. Ya no muero por las noches, ya no hay espasmos de dolor. Pero faltan unas capas más de tiempo, porque quiero recordarte, sí quiero. No así como ahora, porque sé que puedo hacerlo mejor y porque te lo mereces. Después de todo, te lo mereces. 

30.3.16

Sinceridad.

No estoy pensando
apenas elucubrando
sobre idea y sentimiento
ojalá los pudiera moler
y hacerlos caramelos
con sabor a miel
para disfrazar el gusto amargo
que tienen por dentro
o hacerlos caluga
de esas que te sueltan los dientes
que se te pegan al paladar
que no te dejan hablar
que hacen que se te caiga la baba.

Cualquier opción es válida.

Control.


Acá me tienes otra vez, compañero
tambaléandome por tu culpa
con la cabeza hundida entre mis manos
codos sobre la mesa
como un adolescente
no
como el portaestandarte de la adolescencia
que tiene insomnio y mañana le toca desfilar.
Están pasando las horas
y no hay respuesta
ni afuera ni adentro
tragar saliva se está convirtiendo
en otro gran pasatiempo.
Ya nos hicimos hombres
y no fue suficiente
en qué más debemos convertirnos
acaso existe otra criatura
que desencadena el orden?





29.3.16

Amadora


Amadora tiene por función
distraerme de mis habilidades
llevarme a sus placeres
hasta olvidar por completo
lo que vine yo a hacer.
Se instala sobre mi libreta
y encuentra universos
en una hoja de papel
no le importa la hora
ni el sueño.
Su meta es que yo pierda
y que ella siempre gane.
Me engaño creyendo que dejarla
es un acto voluntario
y mientras esbozo ese pensamiento
Amadora ya tiene otro gozo
envuelto en sus 4 encantos
y a mí enamorada de su indiferencia
distraída de mis habilidades.

3:33


Que no sea pecado dejar hojas en blanco
y tarjar las líneas de las que me arrepiento.
Que no sea pecado salirme de mí misma
tan sólo por un momento para poder contemplarme.
Que no sea pecado quedarme dormida
optar por la vía onírica
abortar misión.
Que no sea pecado la soledad
ni la intuición
o caer ante sus caprichos.
Que no sea pecado sólo observar
o perder el tiempo
u olvidar.
Hundirse hasta el fondo
y dejar de respirar.

28.3.16

La retirada.

Y para qué estamos con cuentos
si ya sabemos cómo es
no nos vamos a ver mañana
ni pasado
ni el día después
ni probablemente la otra semana
ni el próximo mes
pero sí probablemente nos veamos
alguna vez
porque así funciona este tinglado
yo pasando por tu lado
tú fingiendo que no me ves.




Stalker.

Esta es la cuestión:
Quiero decir unas cosas sobre ti
pero no me sale, fíjate tú.
En este minuto me traslado a una avenida de Santiago
que no sé como se llama
ni me interesa
y al cruzar la calle veo una pelota reventada
con unos monos horribles
y pienso en ti.
A ti te gustaría sacarle una foto a esa pelota
y ponerla en tu diario mural de las vanidades
y que se llenara de corazoncitos.
Y luego me doy cuenta que no te conozco
no, para nada.
Y lo más triste aún
tú no me conoces
no, para nada. 

26.3.16

La sed

Si tuviera ganas de algo
serían ganas de salir
de esta cama
de este pensamiento
salir a la calle con la mente clara
pero sin propósitos
salir a la calle como los niños.
Pero no soy un niño
soy un hombre
con propósitos y mente turbada
que sale a la calle
pero sigue en su cama
acostado en su pensamiento
que no tiene ganas de nada.

Obsolescencia programada


Este arrebato no tiene la culpa
ni las bebidas espirituosas
ni la noche o los que la habitan.
Total mañana me rehabilito de esa culpa
y seguiré en lo mismo
hasta la próxima película
que pasen en mi cabeza.
Está ahí otra vez
este inquilino caprichoso
a la vuelta del suspiro
entrando calladito por los oídos
se mete sigiloso y se acuesta
pasan todas las horas
y yo sueño lo que él sueña
hasta que un día se levanta
así como llega
se va
sin decir una puta palabra.

24.3.16

Ecolalia


Hoy no es un buen día para comenzar a contar historias. Ni para terminarlas, ni para comentarlas. No es un buen día para las historias. Es un buen día para salir a perderse en las caras de los desconocidos, en sus gestos y miradas y volver a encontrarse después en las pausas que abundan entre cada frase incoherente. Ahí en el fondo de cada pausa, volver a verse uno mismo en el silencio profundo donde yacen los himnos secretos que nunca entonamos, pero que sabemos de memoria. Ahí, mientras celebramos los chistes y las anécdotas ajenas, llenas de mentiras, llenas de verdad, ahí mientras el ojo brilla y la mano tiembla, ahí en el fondo del silencio, en el abismo de nuestra más profunda esencia se enderezan las palabras que no pronunciamos jamás, se asoman hasta el mismísimo borde de los labios y casi cuando están a punto de nacer... se esfuman para perderse en la carcajada explosiva del sinsentido nocturno. Ecolalia espiritual, ritual de grupo cavernario, no quiero pensar ya. Hoy no, hoy es un día para pararse en la plaza y ver la vida pasar. 

22.3.16

El descontento.


Tengo un espacio en mi cabeza dedicado exclusivamente a la angustiosa tarea de entenderme. De estar consciente y de autocensurarme en prácticamente todo. Hay que quemar ese boliche, loco. Me tiene enfermo de los nervios. Yo, como ser humano sintiente y medianamente atormentado, no pretendo más en esta vida que seguir el llamado espiritual que, en los más felices casos, está sincronizado con las habilidades naturales que se nos han dado en esta vida. Es mucho pedir eso? Es una salvajada? Una desfachatez? Quién diseñó el espíritu por la chucha. A ver quién po. Quién? El mío venía lleno de hoyos. Me queda chico a veces y otras tantas se me cae. Se me cae el alma, loco, se me cae!!!

Me agota todo
no sé con quién quedarme
me comí todo el entusiasmo esperando esa alegría
la alegría de vivir.
Siento que las letras de mis canciones favoritas
son una eterna promesa que no florece nunca
escucho conversaciones ajenas
como poemas
porque los pensamientos de los otros me distraen
de toda esta maldad que nos rodea
así no me paso las tardes polinizando mis penas
me salgo de mí un rato
inventando realidades paralelas
un asco volver a esta tierra
sin un souvenir siquiera.
Me están fallando hasta las rabias
las frases que construyo
se desploman con el aire
tan solo el aire que exhalan los tramoyas
que acarrean todo este circo
de allá para acá
armando el espectáculo
al que nunca estoy invitado.
Pienso, pienso, siento que me reviento por dentro
de puro lleno.
Siendo que hay otros que no tiene qué pensar.
Hay niñitos que no tienen qué pensar.
Y yo acá quejándome.
Estos días vienen y van
juegan a la ronda
comen huesillo y a todos les dan.
Adivina a quién no.
Días putos.
Son sólo medidas para organizar nuestras desdichas, nuestras felicidades.
Un montón de gárgaras.
Nuncamases y porfavores me persiguen
la ingrata tarea de olvidar.
Esperar las madrugadas para escribirme
me está haciendo mal.

Engañar a los días a veces resulta fatal. Después vienen por ti todos juntos, como un ejército de la verdad. Pero me sigo arriesgando y me salto las reglas, no sé de qué otra manera puedo actuar.

Le hice creer a mi cuerpo que no estábamos
conversé largo y tendido con mi mente
le expliqué la situación
le dije que no saliera corriendo como otras veces
que se quedara un rato conmigo
el corazón dormido
las manos heladas
la vista nerviosa
dame un té por favor
me viene la pálida.
Y mientras abrazaba mi paranoia
recorría mis penas, mis miedos
como álbumes fotográficos de los peores momentos
me dije
no puedo seguir ordeñando ideas
que nadie se va a querer tomar.
Botellitas envenenadas repartiendo por doquier.
A veces siento que me las he estado tomando sin querer.
Otras veces con querer.
Y así sucesivamente.

Se acabó la música, debo dormir.

Sólo espero que me atraviese el rayo sin partirme el alma... que sea como esos prismas que descomponen la luz.



Antaño


De todos los que fui
me quedo con éste
a sabiendas que no es perfecto
el pobre retrato
de un cabro extraviado
clavado como un cristo
desteñido por el sol
huella de un tesoro enterrado
hace unos cuantos malos años.
Me quedo con nuestra calle
que ahora es sólo asfalto
con la lluvia que nunca vino
y el vacío de esa espera.
Sentimientos precarios
tengo para darte
y un espacio en blanco
para acomodar tu cara.




20.3.16

Anzuelos

Amadora estira sus patas
se nos acaba la noche
se nos acaban los modales.
Me invento una señal
un anzuelo.
Me pierdo en el sueño
y caigo.
Reviso los bolsillos
no sirvo para estos tratos
perdí todos los deseos
en una pileta dorada
llena de naufragios
de guerras pasadas.
Se nos juntan los boleros
en las miradas que lanzamos
tú para tu lado
yo para el mío
nadie sabe que son anzuelos.
Cómo picas tan rápido
quisiera preguntarte
mientras Amadora bosteza
y estira la ternura desde la sábana
hasta los bordes del universo.
Se me olvida el mundo
se esfuman las siluetas
sentada en el borde
absorta en el reflejo
al fin pico
Caigo.





17.3.16

El amor.

Esas cosas lindas que tienes
las tienes en el alma
como si fuera piñata
te la voy a reventar
para poder verlas cayendo
en cámara lenta disfrutar
pegarle a las otras niñas
con palos en la cabeza
quedarme con el botín
y disfrutarlo golosa
como analfabestia del amor.

En el lugar oscuro.

Quiero quedarme quieta acá escribiendo todo lo que se me cruza por la cabeza en caso de que se pierda y no sepa nunca más dónde encontrarla. A veces se me pierde y creo que lo hace a propósito. No sabe cuán importante es su presencia en este mundo. Esta semana pasó rápido, me parece que todos los días pasan iguales, todos los días se quedan encerrados en este cuarto y no salen a jugar más. El Otoño pasó de largo nunca se bajó del tren, anda lejos en otras tierras así que no nos queda más que el invierno. Dar vueltas por el centro imaginariamente, comprar un pan imaginario y devorarlo con locura, total es de mentira. En este cuarto habitamos varias, a veces se cuelan los pensamientos, se cruzan los cables, ya ni sé si soy yo la que hablo. Pero es cosa de acostumbrarse al ritmo indeciso de nuestro actuar, perdón por adelantado. Hay un viaje pendiente lo sé, es de esos viajes que sigo postergando porque me da miedo hacer las maletas y darme cuenta que no sé qué llevar porque no sé dónde voy y no sé qué esperar. Es mucha ansiedad, mucha anticipación. 

A lo mejor soy una canción que alguien canta a veces y a veces olvida cantar. Una canción que alguien canta de a ratos y a veces sólo quiere olvidar. A veces me imagino esas cosas, tal vez para olvidarme del tiempo, del cuarto y de las visitas que no llegan. Es un poco agotador sentir la presencia de las cosas sólo por la falta de ellas. Es como el dolor fantasma. Las divagaciones nunca fallan. Estamos a mano. El universo y yo a veces chocamos, sé que no me tiene la más alta estima, pero yo también lo provoco en tantas formas. Es que somos tantas personas y más encima se me pierde la cabeza. Es mucha presión para un sólo espíritu encerrado en un cuarto. Sentir tanto que ya no puedes sentir nada. Creer tanto que ya no quieres creer en nada. Pensar tanto que ya ni haces el esfuerzo de pensar en nada. Olvidar tanto que ya no eres nada. 
Quedar silente, hasta que alguien te cante de nuevo. 

Lupas para el alma.

No podría ser todo una mentira, no podría ser todo una ilusión? No podrían acomodarse las murallas y los caminos y los sentidos en mi dirección? Es mucho pedir un poco de más sincronía?
Me podrían cambiar el violín de fondo?
Me podrían pintar más nubes en el cielo? Podrían ser violetas esta vez?
Aunque a veces pienso si acaso no es todo ya una especie de ilusión, una mentira, una sátira, una burla, una ironía. No es acaso todo absurdo, lo suficientemente absurdo como para no tener que preocuparnos más?

Ojalá fuera tan fácil como pensar así y nada más.

Pero no lo es. Y si estoy en lo correcto, creo que debo pensar aun más, Creo que debo pensar más sobre ti y sobre otros. Sobre lo que no existe, sobre lo que imagino. Seguir pensando así como lo he hecho hasta esta noche. Lo demás es una tontera, lo sabes. El quejido, el tormento. La autoflagelación. Es todo una tontera del pensar, del pensar ligero, claro. Es más complejo que el lloriqueo y que las sensaciones. Pero eso nos queda grande aun. Y no es por ser tontos, porque no lo somos. Es por ser cobardes. Grandes cobardes. Brillantes y traicioneros. 
Entonces resuelvo desprenderme de todo. Porque ninguno de ustedes me sirve. Ninguna de sus caras, sus gestos, sus rasgos. Son ideas mías de cómo creo que son y eso no sirve ya. Son percepciones sacadas a la rápida, en la desesperación de ver luces en el cielo. Como esa noche que vino de sorpresa y todo lo que tuve fue un pequeño momento de reencuentro conmigo misma. Te das cuenta? Vino de sorpresa y no éramos nosotros, era yo y la idea de otro, éramos yo y mi percepción de un ser que estaba ahí, pero que al mismo tiempo nunca estuvo. Y ahora creo que yo todo lo que quería era volver a estar conmigo misma, reconectar ese trozo de mi alma que estaba en suspensión animada. Y por unos minutos ahí lo vi, fue como asomarme dentro de una caverna de hielo, entre capas de tules celestes, entre escarcha y nieve, ahí al medio vi una roca, una piedra brillante, irregular, un fragmento marino, centellas verdeagua, no sé. Algo así como una medusa de cristal. Y de repente se desvaneció todo. Acabé. Y ya no estaba más, me vi por unos segundos dentro de mí misma, ahí estaba yo al fin. Será eso el propósito último? Y qué pasa con ustedes? Esto es algo novedoso para mí, casi epifánico. Espera un segundo, claro que lo es... qué? Todo este tiempo lo he estado haciendo tan mal? Me he estado reencontrando conmigo misma en cada una de esas ocasiones? Alguien lo había explicado ya? Quién, cuándo... dónde estaba yo. Todos lo sabían? Es así? 
Tan perdida estoy que me busco a través de otro? Quiénes han sido estos tipos entonces... detectives que contraté para investigarme a mí misma sin darme cuenta? 
Tan egoísta he sido. Perdón. No tenía idea. Siento escalofríos en el alma, o no... debe ser la medusa que está despertando. 

16.3.16

Perdidos.

Voy toda mareada otra vez acá contando los paraderos
toda una alcohólica imaginaria emborrachada de sus propios demonios
esta micro se da tantas vueltas por la chucha no llegamos nunca
y mi compañero de viaje ya se bajó hace rato
la ventana más encima está sucia
ya no sé por donde vamos y la carretera me asusta
me asustan las caras que no veo
porque son puras nucas insensibles.
Pero claro que está bien ser así como soy
porque no habría otra forma de ser
de otra manera no sería yo
la que te habla ahora sería un fantasma
la idea de alguien que pensaba en voz alta lo que le gustaría ser
porque así somos los que nos quejamos
nunca jamás nos contentamos con lo que nos toca
este viaje es demasiado largo
y vine a esta vida a trabajar mi paciencia
me dijo la dentista el otro día
mientras me metía fierros en la boca.
Anoche mientras dormía pensaba que no era yo la que soñaba
otra vez debe ser esa otra persona
debo estar en otro cuerpo
uno muy flaco me tocó ahora
me salgo por los costados como aguita jabonosa.
Y parece ser que de a ratos se acaba todo de pronto
la magia, el encanto y el misterio
agotados de fábrica murmuran.
Me estoy quedando atrapada en un soñar breve
en un vivir acotado.
Me he puesto mezquina con las ilusiones
las fantasías son austeras.
Ya no tengo con qué compararme, me divorcié del mundo
me casé al revés.
Pareciera que íbamos llegando al paraíso
pero el paraíso era un desierto
de los que no florecen
de los pencas que no florecen ni por piedad.
Era todo un espejismo de maldad
custodiado por dos estatuas
en honor a la verdad esculpidas
pero la verdad es una mentira
que nos tiene de emisarios
manga de tarados
viajando sin sentido.

Yo me bajo.

Esta micro de mierda no tiene idea dónde va.

Yo mato al chofer.

Yo lo mato.


15.3.16

A salvo.

No vale la pena usar tantas palabras si me vas a contestar con puros silencios.
Yo prefiero la calma de este momento. Prefiero abrazar este segundo hasta exprimirlo entre mis brazos. Sacar la dulzura a cucharadas e  intoxicarme de nostalgia. Volver al regazo materno y jugar con las piernas colgando, juntar las miguitas del mantel y hacer figuras, aplastar la mantequilla con los dedos, reinterpretar las conversaciones adultas. Recorrer el borde del azucarero, contar los cristales, el adorno del florero. Sentir la vibración de las voces en mi pecho. Encontrarnos con la mirada, yo y el perro. Cansarme en el regazo materno y medio adormilada, imaginar las mejores jugadas, volver a recorrer los miedos y desafiar al recuerdo, allí en el regazo materno, acurrucada sobre mi vieja cuna, segura y a salvo de todos los futuros, de todos los pretextos, soñar al fin en calma, con las mejillas acaloradas, aferrada a ese instante perfecto.

Corazón de nuez.

Escribo canciones sin música
para cajitas musicales mudas de sentimientos
que al darles cuerda sólo saben suspirar
palabritas caramelizadas que no debes gritar
te rompen los labios
te parten la lengua
sólo las puedes susurrar.
Escribo canciones sin música
que como hojas doradas por el sol
se resquebrajan si las pisoteas
y sé que las pisoteas por el placer
de saber que algo tan sencillo y gratuito
sólo al ser destruido
libera el secreto que guarda dentro.

Frases como Dagas.

No te puedo enseñar nada porque ya apenas me puedo aprender
me saco estas frases como dagas
no puedo mostrarte nada más que cicatrices por donde pasaron antes mis palabras
que ahora no sé dónde andan
mira que vuelan ciegas por el universo
a menudos terminan estrelladas inconscientes pobres pájaras drogadas
no puedo enseñarte nada ni de dónde vengo
porque no sé dónde empezó todo
a veces en el más profundo silencio
aparecen unas señales como ojos de gatos
a veces en lo profundo del silencio aparecen unas voces como truenos
y me dan dictado
de formas y siluetas que no sé, no entiendo
anoto y anoto y pierdo el sentido.
Sabes es difícil seguirle el ritmo a este espíritu
incorporar las lecciones con gracia a lo poco que ya he absorbido
alimentar una idea con pura inteligencia te deja rendido tan rápido
andar con los sesos a chicotazos para que te entreguen apenas una coordenada
que muchas veces se pierde en la desesperación
de darle el justo espacio en el mapa escurridizo de la realidad.
Tratar de explicarte mi falta de sueño, mi poca tolerancia, mi gesto brusco
nada podría hacerte ver con éxito
si apenas yo me reconozco en mi reflejo.
Esta faena diaria de autocontemplación
no es más que el breve intento de explicarme
de componer músculos atormentados
de rehabilitar partes de mí que una vez dejé por ahí tiradas
de unir las perplejidades que inundan mi mente
de corroborar que aún me habito
y que estas piezas aún encajan
que este corazón no se ha fosilizado
que en medio de la oscuridad más inmensa todavía marchan mis piernas
y me conducen hacia algún destino
que será piadoso en sus hostilidades.
Podría seguir acá en este rincón abusando de tu paciencia
robarte y usarte como espejo
para verme actuando en este acto
y no creer que es una mentira que me cuento
para quedarme dormida
esta y otras noches
cuando las cavilaciones hacen fila
y nutren la necesidad de sentir que esta sangre
no está desteñida
que estos tendones no están enroscados
que estas costillas no se hunden por reflejo.


14.3.16

Sin remedio.

Eramos las flores bordadas de este campo golpeado.
(Vienen las olas como sábanas llenas de nada y nos cubren así de repente. Vienen las dudas y los recuerdos y los martirios y los pesares)
Eramos todas salvajes bajo la luna de marzo y nadie nos dijo nada. Eramos las lobas tuertas y cojas que corrían sin belleza alguna por las calles destrozadas del puerto. Eramos las flores marchitas y deshilachadas correteadas de todos los floreros clausurados de este desfile pobre. Eramos las atolondradas nerviosas ninfas poco avispadas que teñían de sangre las cunetas, los adoquines malvados. Bebiendo sorbitos de simpatía ajena robados a los infelices que deambulaban por las calles. Nos empapamos de tantos horrores que olvidamos por completo practicar el asombro. Andábamos desbocadas sí, pero con cierto sentido de orientación que nos dejaba de vez en cuando descansar de nuestra afición de perdernos de nosotras mismas. Esa brújula palpitante apuntando siempre hacia el amanecer, apuntando a las nubes, a los trinos de chincolitos intrusos, a los besos de figurantes borrosos, a los vestigios de otrora imperios amorosos. Apuntando intuitivamente, sin tener idea de qué era esa sustancia rosada pegada como sebo en las pupilas de esos otros que parecían disfrutar un banquete al cual no estábamos invitadas. Eramos entonces, las carroñeras, las bestias sin remedio, las últimas de la fila abalanzándonos como fieras sobre los mendrugos, las manchas secas del mantel, los conchos desvanecidos. Nos comíamos los restos de la fiesta, hasta que ya no quedara nada.
Eramos la estrofa desechada de tu poesía, la foto borrada, la letra que se olvida, la hazaña anónima.
Una manga de brutas enajenadas sacándote de quicio, arruinándote la vista.
Y no hay broche de oro para nosotras, ni frase compensadora, ni epílogo o despedida. Nos quedamos así pendientes para siempre, en las calles, en el aire, en la noche, sin reposo. Por siempre las salvajes sin remedio. 

Ingenuos


No soy misteriosa
ni misterioso eres tú
somos transparentes copias
improvisadas maquetas
frágiles volutas
deshaciéndose en el aire.
No somos más que dos ingenuos
engañados por el misterio
de creerse ajenos
al correr del tiempo
a la quietud de las horas
al ponderoso golpe
del recuerdo.

13.3.16

Ejercicio de guerra

Tengo la mala costumbre de sacar las cosas y no volver a ponerlas en su lugar.
Sacar palabras y pensamientos y dejarlos desperdigados por ahí.
Pedazos de recuerdos que luego no sé dónde van.
Tengo la mala costumbre de armar un caos con la intención de ordenar.
Tengo la mala costumbre de violentarme. De desencadenar tormentas. De estrellarme.
Tengo la mala costumbre de olvidar las razones.
De olvidar los problemas a la mitad
Y de encontrarlos de repente cuando la solución ya no importa.
Tengo la mala costumbre de repetir
De recordar
De re-huir
De re-correr
De re-poner
De re-sentir.
De reAmar.
Tengo la mala costumbre de relatar los olvidos uno tras otro, sacar las heridas y ordenarlas por orden alfabético, subrayar las fatalidades, comentar los pormenores. Tengo la mala costumbre de remezclarlo todo en una sinfonía de tragedias, de sacar las cosas y no volver a ponerlas en su lugar. Sacar palabras y pensamientos, violentarme, armar un caos, reptar y repetir, reptar y repetir.  Como un loop bélico. Como un ejercicio de guerra.
Tengo la mala costumbre de no volver a poner las cosas en su lugar. 

12.3.16

A mi mejor amigo.


Extraño a mi mejor amigo
porque todo este tiempo
he tenido en el oído
canciones inconclusas
y en mis entrañas
abrazos por caducar.
No hay otro a quien atribuir
semejante título
no hay corona
ni banda
ni podio.
Sí está el suelo por donde andar
y el espacio repleto de aire
de lineas que no se cruzan
y sombras de cuerpos que no están.
Pero yo extraño a mi mejor amigo
que si fuera ayer
estaría acá sobre mis pensamientos
amasando las dudas
hasta convertirlas en la más fina
capa de ternura
me envolvería con ella
observando satisfecho
cómo se desvanecen las horas
sobre mi rostro.
Lo extraño sin rodeos
en voz alta
con las manos vacías
con el brillo apenas visible
de mis ojos nublados.

10.3.16

Ruda


El aguita de ruda nunca ha sabido mejor
que se vayan todos con ella
que se vayan los demonios blandengues
con su lengua sosa
con su tono lacio
con sus insultos sordos.
El mundo se encogió esa mañana
la puerta se hizo más estrecha
los pies se me congelaron
la música se avinagró
las veredas languidecieron.
No me compares con otra
no me digas que sueno a tal o cual
no me digas que te recuerdo a alguien
no me busques en tu memoria
no soy un tesoro a contemplar.
Afuera hay un funeral
el día gris nos compele a olvidar
nos conmina a dejar todo atrás.
Las horas se detienen
la mirada recae en viles reflejos
tuyos, míos, de otros
viles reflejos atrapados
en las ventanas vecinas
en los parabrisas sucios
en las especulaciones ajenas.
El aguita corre por mis carnes
se lleva todo con ella
el sueño interrumpido
y la larga pena.

7.3.16

La espera


Esta noche será eterna como todas las otras noches que vendrán.
Será el otoño más largo nunca antes visto.
Vendrán por mí todos los jinetes
todos los espectros
esperaré el perdón final
con suma solemnidad
no me quejaré.
Aguardaré la tibia redención
la esperaré con ansias
mas no podré evitar el autoflagelo
la desesperación velada tras mis pupilas
el grito latente en mi garganta.
Ya ahora palpita mi pecho
desorientado
angustiado.
Será el otoño más largo de mi vida. 

5.3.16

Ciega


en la cima de la montaña vi que brillaba

entonces allá lo fui a buscar

y seguí arriba mirando el sol

tanto tiempo mirando

que enloqucí

y en la locura ciega

caí

y mientras caía en lenta cámara

gemía

por favor déjame hacer algo bien
algo que quede en este tierra
algo que no se caiga a pedazos
como castillos de arena
déjame olvidar el sol
líbrame de este estado cobarde
de este sentimiento de pecado constante
de este terror de ser olvidado
de la mueca cínica
y del dolor de sentirse humillado
déjame brillar por mi cuenta
borrar uno a uno los fantasmas
que pululan por este desierto
apagar los soles
fijar la vista hacia dentro.


3.3.16

Crudo



En este proceso crudo de dejar de amar se me pasaron todas las palabras por cloro, todo el cloro que tenía aconchado en el fondo del alma. Y ya no puedo contar nada, este discurso, estas oraciones blandas no dicen nada. Este estado profundo de ser extrañamente no sabe a nada, no huele a nada, es ahora una blanca sábana el alma. Es que no funciono más que con palabras y con acciones o al menos eso parecía. 
Antes de saber quién era, si es que acaso sé quién soy ahora, podía afirmarme en los sonidos de mi soliloquio. Podía avergonzarme de mis conclusiones, podía averiguarme, contenerme, bloquearme. Podía especularme y analizarme hacia todas las direcciones. Estirar la voz, el concepto y la idea hasta conseguirme. Ahora no me veo, no me sé, no me hablo, no me siento. No me tengo. 

Tengo que re-escribirme toda, llenarme de significado o morir. 


Si sigo en esta carretera contando paraderos no me voy a encontrar jamás. Si sigo buscando mi reflejo en una ventana ajena me llevará el silencio, se acomodará en mi pecho y no volveré a decir ni una palabra más. No escucho más que suspiros y murmullos. Fantasmas de oraciones que escupí hace tanto tiempo ya... o acaso será que el discurso no hizo más que atropellar lo que tenía adentro, no hizo más que mutilar los gestos, las emociones?
Será tal vez que la blanca sábana deba ser rasgada una vez y otra vez, será que las frases colapsaron, que la elocuencia se descalibró, que las razones caducaron y ahora y hasta quizás cuándo no sea yo depositaria de ninguna clase de balance, de ningún tipo de coherencia. Será acaso que las palabras ya no son flechas ni balas, pero meras pelusas flotando en el aire, sin sentido alguno? Qué sera de mí ahora... sin siquiera poder articular un diálogo interno.
Me dicen los que sobrevivieron que tendré que rajar la blanca sábana y dejar que se apodere el sentimiento. O morir.


1.3.16

Cuenta regresiva.


A veces se despega la película que todo lo protege, queda la superficie desnuda y el roce más mínimo alimenta los receptores más pequeños. El contacto más sutil, la mirada más tímida, el susurro más suave. El estímulo más invisible se cuela por los poros y se multiplica como la hiedra en los tejidos verdeagua del alma, en los tejidos azules del pensar. A veces hasta el aire hiere, a veces hasta el rayo más tenue de sol hace hervir la idea más ingenua.
Hay un punto donde el todo se acaba y luego del gran silencio vuelve a comenzar el todo otra vez.
La maquinita de sentir intuye estos estadios como ningún otro mecanismo es capaz de hacerlo y en su egoísmo travieso no da aviso ni señal alguna de este advenimiento.