17.3.16

Lupas para el alma.

No podría ser todo una mentira, no podría ser todo una ilusión? No podrían acomodarse las murallas y los caminos y los sentidos en mi dirección? Es mucho pedir un poco de más sincronía?
Me podrían cambiar el violín de fondo?
Me podrían pintar más nubes en el cielo? Podrían ser violetas esta vez?
Aunque a veces pienso si acaso no es todo ya una especie de ilusión, una mentira, una sátira, una burla, una ironía. No es acaso todo absurdo, lo suficientemente absurdo como para no tener que preocuparnos más?

Ojalá fuera tan fácil como pensar así y nada más.

Pero no lo es. Y si estoy en lo correcto, creo que debo pensar aun más, Creo que debo pensar más sobre ti y sobre otros. Sobre lo que no existe, sobre lo que imagino. Seguir pensando así como lo he hecho hasta esta noche. Lo demás es una tontera, lo sabes. El quejido, el tormento. La autoflagelación. Es todo una tontera del pensar, del pensar ligero, claro. Es más complejo que el lloriqueo y que las sensaciones. Pero eso nos queda grande aun. Y no es por ser tontos, porque no lo somos. Es por ser cobardes. Grandes cobardes. Brillantes y traicioneros. 
Entonces resuelvo desprenderme de todo. Porque ninguno de ustedes me sirve. Ninguna de sus caras, sus gestos, sus rasgos. Son ideas mías de cómo creo que son y eso no sirve ya. Son percepciones sacadas a la rápida, en la desesperación de ver luces en el cielo. Como esa noche que vino de sorpresa y todo lo que tuve fue un pequeño momento de reencuentro conmigo misma. Te das cuenta? Vino de sorpresa y no éramos nosotros, era yo y la idea de otro, éramos yo y mi percepción de un ser que estaba ahí, pero que al mismo tiempo nunca estuvo. Y ahora creo que yo todo lo que quería era volver a estar conmigo misma, reconectar ese trozo de mi alma que estaba en suspensión animada. Y por unos minutos ahí lo vi, fue como asomarme dentro de una caverna de hielo, entre capas de tules celestes, entre escarcha y nieve, ahí al medio vi una roca, una piedra brillante, irregular, un fragmento marino, centellas verdeagua, no sé. Algo así como una medusa de cristal. Y de repente se desvaneció todo. Acabé. Y ya no estaba más, me vi por unos segundos dentro de mí misma, ahí estaba yo al fin. Será eso el propósito último? Y qué pasa con ustedes? Esto es algo novedoso para mí, casi epifánico. Espera un segundo, claro que lo es... qué? Todo este tiempo lo he estado haciendo tan mal? Me he estado reencontrando conmigo misma en cada una de esas ocasiones? Alguien lo había explicado ya? Quién, cuándo... dónde estaba yo. Todos lo sabían? Es así? 
Tan perdida estoy que me busco a través de otro? Quiénes han sido estos tipos entonces... detectives que contraté para investigarme a mí misma sin darme cuenta? 
Tan egoísta he sido. Perdón. No tenía idea. Siento escalofríos en el alma, o no... debe ser la medusa que está despertando. 

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