Esta es la cuestión:
Quiero decir unas cosas sobre ti
pero no me sale, fíjate tú.
En este minuto me traslado a una avenida de Santiago
que no sé como se llama
ni me interesa
y al cruzar la calle veo una pelota reventada
con unos monos horribles
y pienso en ti.
A ti te gustaría sacarle una foto a esa pelota
y ponerla en tu diario mural de las vanidades
y que se llenara de corazoncitos.
Y luego me doy cuenta que no te conozco
no, para nada.
Y lo más triste aún
tú no me conoces
no, para nada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario